ISBN 0124-0854
N º 63 Diciembre de 2000
Me acerqué a un empleado vestido con uniforme blanco, que estaba reparando una máquina expendedora de billetes cerca de la taquilla.
“¿ Qué ha sucedido con el azul?”.“ No me hable de política”, me soltó.“ No soy más que un trabajador”.“¿ Quiere decir que esto es político? ¿ Que detrás de la desaparición del azul está la política?”.
“¿ No le he dicho que no me pregunte por la política?”. Se quitó la gorra blanca y la arrojó al suelo.“¿ Qué quiere de mí? ¡ No sé nada! ¡ Pregúnteselo al primer ministro! ¡ No sé qué diablos le ha acontecido al azul! ¡ Sólo sigo órdenes y hago mi trabajo!”.
Mi reloj marcaba ahora las 11:45. Cuando lo miré, sentí una aprensión cada vez mayor. Presentía que si llegaba el año 2000 y todavía seguía faltando el azul, y si era yo el único que se preocupaba por ello( hasta donde yo sabía), podría estar a punto de ocurrir algo horroroso.
Metí mi tarjeta de crédito en un teléfono y marqué el número de la oficina de relaciones públicas del primer ministro. Pedí que se pusiera el primer ministro, tal y como me había sugerido el taquillero. No es que el primer ministro se fuera a poner de verdad al teléfono: el NEC había diseñado un programa informatizado mediante el cual el primer ministro
contestaba a todas las preguntas y quejas de los ciudadanos. La voz sintetizada sonaba exactamente igual que la del primer ministro.
“ El azul es un color verdaderamente bonito, señor Okada”, murmuró el primer ministro contestando a mi pregunta.“¿ Conoce usted este poema de Bokusuí? A mí es uno de los que más me gustan:‘ El pájaro blanco: / ¿ no es triste verlo / flotando descolorido por el azul del océano, el azul del mar?’. Es fantástico, ¿ verdad, señor Okada?”.
“¡ Mire, señor, el azul ha desaparecido de la faz de la tierra!”, le grité.
“ Sí, por supuesto, señor Okada. Debería saber que todo lo tangible desaparecerá”, me dijo el
primer ministro.“ La naturaleza de la historia, señor Okada, es así. La historia avanza sin tener en cuenta las filias y las fobias de los individuos. Estoy seguro de que reconocerá cuanto de verdad hay en ello. Si se tuvieran en cuenta las filias y las fobias de todo el mundo, la historia sería incapaz de avanzar. ¡ Qué desastre sería, señor Okada! Por eso, la historia avanza sin piedad, según su propia voluntad. A lo largo del proceso histórico desaparecen muchas cosas, una detrás de otra. El petróleo deja de existir, y el uranio lo mismo. Y el comunismo. La capa de ozono, el siglo XX, John Lennon y Dios: todo deja de existir. Sucede lo mismo con el swing, y con los elepés, y con los coches antiguos. ¿ Por qué tendría que ser diferente el azul, señor