Agenda Cultural UdeA - Año 2000 DICIEMBRE | Page 21

ISBN 0124-0854
N º 63 Diciembre de 2000
¿ Quién era Deregowski ? ¿ Cómo había anticipado el fin de la especie ? ¿ Cómo sabía de antemano todas las crueles escenas que precisamente en esos días le había tocado vivir ?
Fascinado , el último hombre dejó a un lado el libro , y en una de tantas terminales del archivo central tecleó el nombre : “ Deregowski , C . P .”". En segundos , la pantalla de la terminal arrojó datos acerca del individuo : biografía , obras publicadas , crítica acerca de su obra , e inclusive información sobre una película llamada Deregowski que , supuestamente , trataba de las ocultas ar tes que este hombre había llegado a dominar . Desconcertado , el último hombre que quedaba vivo en el mundo se preguntó si existía Dios , y luego se contrapreguntó por qué se le ocurría preguntar tal cosa en semejante momento tan inoportuno . Temeroso , abandonó la terminal y volvió al escritorio donde el libro de Deregowski lo aguardaba con algo así como una sonrisa . Por un momento el último hombre leyó , y esta vez un escalofrío de horror le recorrió el espinazo : las páginas de Deregowski profetizaban que ,
llegando a cierto punto de su lectura , el último hombre que quedaba vivo en el mundo reaccionaría dejando de lado el texto y se preguntaría cómo era posible que , hace 457 años , un hombre del cual nunca había oído hablar hubiera escrito ese texto donde vaticinaba su destino . Después -seguía impertérrito Deregowskiel último hombre pesquisaría información en una terminal de computador acerca del mismo Deregowski , obtendría cierto cúmulo de datos , y la inquietud de que todos los destinos están escritos en alguna parte mucho antes de ser vividos lo conduciría a pensar si era posible que la anticuada figura mitológica de Dios fuera algo más que una mera figura mitológica .
El último hombre que quedaba vivo en el mundo se detuvo otra vez : ¡ Deregowski lo sabía todo ! ¡ Tal vez Deregowski era Dios ! Sin duda alguna , su destino hasta el momento de su desaparición estaba contenido en las páginas que quedaban de aquel libro .
“¡ Pero son muchas ! -se dijo el último hombre-o ¡ Demasiadas ! ¿ Me restará
acaso más tiempo del presupuestado ?”
Sudando profusamente , el último hombre que quedaba vivo en el mundo se saltó varios capítulos y arribó a una de las páginas finales . Allí se describía la descomposición de un cadáver que el último hombre no supo si era el suyo . Insistiendo en la lectura , el último hombre intuyó que en ese aparte se hablaba de lo que ocurriría en esa biblioteca al día siguiente y que , por ende , en algún punto de 105 capítulos que se había saltado , Deregowski describía su muerte . De nuevo , el último hombre que quedaba vivo en el mundo saltó páginas y se ocupó de las posteriores del libro . Lo que encontró allí lo dejó confundido : Deregowski describía una suerte de multitudes de almas enfiladas aguardando algo así como un juicio final . Con una sensación de vacío en el estómago , el último hombre se preguntó si serían ciertas las ya olvidadas leyendas acerca de un día del juicio cuando los bienaventurados serían separados de los condenados . Con el corazón disparado como una tormenta , llegó a una sección donde con nombres propios se