ISBN 0124-0854
N º 49 Septiembre de 1999
Desde el punto de vista de Débora , era incomprensible la encendida polémica suscitada en torno de sus cuadros ; ella , que pensaba más en términos artísticos que morales , no entendía los elementos de discusión en el debate , y así lo expresa al declarar a la prensa :
Dora Ramírez . Mujer en el sofá . Lápiz carbón
conservador La Defensa se la calificó como “ obra impúdica que firma una dama y que ni siquiera un hombre debería exhibir ”. La prensa liberal asumió la defensa de la artista y del desnudo artístico , al señalar a sus detractores como mentes incultas y carentes de visión para apreciar el arte del mañana .
El asunto se trasladó de lo público al ámbito de lo privado , pues personas amigas , en especial del sexo femenino , le retiraron el saludo , e inclusive , recurrieron a llamadas anónimas para expresarle , con insultos , el desacuerdo con la obra expuesta . Algunos miembros de su familia le recomendaron un mayor recato en sus pinturas . Sin embargo , para la artista lo más desconcertante de las distintas reacciones provino de sus compañeros , los artistas de la ciudad , especialmente de quienes fueron sus maestros : Eladio , de quien recibió los ataques más fuertes , y Pedro Nel , que con su silencio parecía aprobar las críticas .
“(...) cada persona aprecia estas cosas , favorable o desfavorablemente , de acuerdo con su concepción mental , con sus ideas acerca de lo que cada uno entiende por moral , de una parte , o de lo que piensa del artista , por el otro lado . En cuanto a mí , creo que el artista que no domine el desnudo , le falta todavía un buen trecho que recorrer por el camino de las realizaciones y algo que llenar en el dominio de la técnica . Sin práctica de desnudos , ningún artista ambicioso y devoto de su arte puede decir que ha completado su obra . Esto en cuanto se refiere al concepto puramente artístico . En lo referente al aspecto moral que quieren darle a esta clase de manifestaciones estéticas , realmente no comprendo qué tiene que ver con ello la estética .” 1
La polémica generada por la obra de Débora Arango es una muestra de las contradicciones que se vivían en Antioquia y Colombia , en tomo de la cultura y de la educación , ambas marcadas por una mentalidad retrógrada . No es pues exagerado definir la cultura de la época como una “ cultura de sacristía ”, en cuanto a la directa injerencia de la Iglesia en los asuntos educativos y culturales .
El papel de la mujer en el proceso dinamizador de las expresiones culturales fue lento . La década de los cuarenta muestra una presencia más