Agenda Cultural UdeA - Año 1999 NOVIEMBRE | Página 12

ISBN 0124-0854
N º 51 Noviembre de 1999 coronel, podrido en la miseria, de El Coronel no tiene quien le escriba; se sorprenderán con el honor que esclaviza, como un destino fatal, a los personajes de Crónica de una muerte anunciada; se deslumbrarán con la prodigiosa espiral de tiempo y palabras que retratan la soledad del poder en El otoño del patriarca; admirarán la fuerza del amor que derrota el paso de los años en El amor en los tiempos del cólera; y quedarán atónitos con la fantasía, la magia y la aventura de la saga de la familia Buendía en Cien años de soledad. Estas novelas deleitan, entretienen y apasionan, pero son, ante todo, grandes obras literarias: es decir, realidades verbales que esclarecen los rincones más recónditos del corazón humano.
García Márquez, inclusive, ha escrito libros que bordean la perfección. Libros completos, redondos, sin fisuras ni resquicios, de técnicas y arquitecturas magistrales, donde no falta un punto ni sobra una coma, como El coronel no tiene quien le escriba, Crónica de una muerte anunciada, y Cien años de soledad. Obviamente, en el arte no existe la perfección. Pero el éxito de estas ficciones consiste en aparentarla, en imponer una contundencia que no deja lugar a dudas. Al concluir estas obras, queda flotando un aroma de fatalidad, una impresión final que enmudece al lector como si el texto dijera:“ así está hecho, y sólo podía ser de esta manera”.
Por supuesto, García Márquez no siempre ha escrito textos geniales. Desde mi orilla, hay dos que considero menos afortunados. El primero es Doce
cuentos peregrinos. Salvo el prólogo( que es una exquisitez), y El rastro de tu sangre en la nieve, esta colección no parece digna de la pluma del autor de cuentos como La siesta del martes, En este pueblo no hay ladrones, y tantos otros relatos maestros. García Márquez es uno de los cuentistas( con Borges y Cortázar) más respetados del continente. Pero en este libro, varios de los cuentos parecen notas de prensa que carecen de valor. Inclusive, algunos críticos han señalado que, más que un libro de cuentos, éste se asemeja a una recopilación de desechos. Y quizás tienen razón.
Otro libro menos logrado( y aquí desde luego, todo es subjetividad), es Del amor y otros demonios. Esta novela tropieza, a mi juicio, por razones puramente formales. Y es extraño, pues García Márquez se destaca por sus brillantes soluciones estructurales. Perturba, por ejemplo, que en esta novela los personajes sean inconsistentes. El héroe Delaura es en ocasiones intrépido y audaz, pero en otras es blando y débil. Sierva es una niña“ sigilosa”,“ de una timidez irredimible”, pero actúa con un desenfreno y una seguridad de carácter que no es propia de los tímidos. El Marqués de Casalduero por fin descubre un amor en su vida( su hija), pero tan pronto lo hace la encierra en un convento por rumores endebles. Y un personaje menor, como lo es el Gobernador, adquiere a una esclava abisinia para satisfacer sus apetitos masculinos, pero luego es descrito como un ser afeminado y“ mariposón”.
No obstante, la peor falla de la novela es