Agenda Cultural UdeA - Año 1999 NOVIEMBRE | Page 11

ISBN 0124-0854
N º 51 Noviembre de 1999
pero nadie la había rescatado de la banalidad de lo cotidiano ni la había elevado a las cimas del arte universal antes de él. Mejor dicho, nadie la había vuelto evidente. Esa es la diferencia, y ese es su mayor aporte a nuestra cultura y a nuestras letras. Y la prueba que confirma la singularidad de su talento es que si enviaran al mejor periodista del planeta a la costa Atlántica, y aunque viviera allí el tiempo que fuera, jamás podría escribir Cien años de soledad.
En efecto, si hoy interpretamos nuestra realidad como macondiana, es gracias a la obra de García Márquez, y no al revés. Como todo gran novelista, el Premio Nobel ha impuesto su manera de percibir el mundo y al mismo tiempo ha creado un mundo nuevo. Su genialidad no sólo consiste en reflejar la realidad( pues para eso basta la prensa), sino que aporta otra: la suya. Sin duda, las grandes novelas la reflejan, pero su auténtico valor radica en lo que añaden. Y, en el caso de las de García Márquez, lo que añaden es un mundo verbal autónomo, rico en personajes e imaginación, y que además tienen la potencia de iluminar, con el fulgor de las obras de arte, el mundo real. A veces, inclusive, es tan poderosa la suplantación, que caminando por América Latina, en vez de ver la realidad, lo que vemos es el mundo del colombiano. Entonces decimos:“ esto es Macondo”.
Adicionalmente, García Márquez ha escrito varias novelas que perdurarán en el tiempo. Futuras generaciones admirarán la paciente dignidad del viejo