Agenda Cultural UdeA - Año 1999 MARZO | Page 5

ISBN 0124-0854
N º 43 Marzo de 1999 como un artesano del tejido social , capaz de desarrollar sentido de pertenencia a partir de procesos de autoidentificación comunitaria . Es también un reafirmador y modificador de la cotidianidad , que permite acciones y contribuye en los procesos de reconstrucción de la historia del entorno tan teñida de dolor en este territorio . Es además , un transformador en tanto dinamiza , moviliza y agita la vida cotidiana , desarrollando en los grupos sociales sentido de pertenencia y protagonismo .
Un gestor cultural que sólo presenta espectáculos si ningún criterio de desarrollo social a partir de lo que ejecuta , es lo menos parecido al concepto de gestión cultural que se quiere resaltar . La sociedad colombiana requiere hombres que tengan fuerza transformadora y voluntad férrea para producir los cambios que están ya retrasados .
Hombres con audacia e imaginación que les salgan al paso a las dificultades con proyectos vitales y transformadores , es lo que hoy necesita el país . Hay que deshacer el concepto anacrónico y tramposo de gestión cultural que hoy nos rige , para desarrollar un nuevo discurso con lenguaje fresco , no excluyente , no moralizado , capaz de interactuar con las nuevas generaciones , las cuales tienen la responsabilidad de rehacer el país que el egoísmo y la irresponsabilidad adulta han desmoronado .
La justicia , la equidad , la transparencia , el derecho a la diferencia , la protección del medio ambiente y los derechos humanos , son temas que deben dejar de ser indiferentes a los ojos ciegos de la gestión cultural . El compromiso intelectual del gestor cultural debe estar orientado hacia una pedagogía para el nuevo milenio , escenario donde el hombre retorne un papel protagónico en la sociedad , trascendiendo la vanidad antropocéntrica , de tal manera que su accionar esté dirigido a lograr un bienestar y equilibrio armónicos y no fortalecer el gastado modelo desarrollista .
Hoy más que nunca , la universidad debe aportar a la formación de gestores culturales con visión integral e integradora , capacitados para desarrollar la democracia , el consenso y el disenso , para fomentar la participación ciudadana tan cacareada en estos tiempos y para desarrollar núcleos de vida ciudadana que fortalezcan la esencia barrial como lugar donde se cuecen las historias de la ciudad . La universidad no puede sustraer de sus códigos el compromiso educativo . Allí nacen las ideas que luego inundan las calles para convertirse en proyectos concretos . El concepto de lo universal tiene allí su semilla , para luego hacer resonancia en el panorama local y nacional .
Otro aspecto para evaluar dentro de la gestión cultural tiene que ver con el patrimonio , con lo que se hereda de las generaciones anteriores , más allá de lo