ISBN 0124-0854
N º 43 Marzo de 1999
Fragmento Los grandes amigos, 1965. Georg Baselitz
Gestión cultural, del concepto a lo urgente
Por: Juan Jairo García González
Existe desde siempre en nuestro medio la insular concepción de que gestión cultural es solamente aquel tipo de actividades ligadas institucionalmente a procesos de promoción y proyección estética. Parece como si un manto sagrado e intocable se hubiera posado en esta apreciación, hasta el punto de considerar que cualquier otro tipo de expresiones tan válidas como las gastronómicas y las de la moda, por citar solo dos ejemplos, no tengan cabida en este reino.
La oferta de productos estéticos es apenas una de las tantas estrategias posibles para hacer gestión cultural, en tanto aglutinan alrededor de una expresión determinada, o producto si se quiere denominar en términos más
liberales, un grupo de personas capaces de invertir en su entorno.
Una gestión cultural asertiva desarrolla, acerca y posibilita costumbres, modas, gastronomía, valores, usos del tiempo y del espacio y demás información existente en el medio, para lograr una lectura próxima al verdadero hombre de finales de siglo. No al que nos imaginamos desde la comodidad cotidiana, sino aquel que nos estremece y asombra con los retos históricos que le toca asumir en las postrimerías de este milenio vertiginoso y hostil.
Un gestor cultural es tal vez el mejor agente transformador con que pueda contar sociedad alguna. Alguien con capacidad de incidir en los órganos de toma de decisiones, capaz de movilizar grandes grupos sociales y ser un gerente para el desarrollo. Es algo así