Agenda Cultural UdeA - Año 1999 ABRIL | Page 11

ISBN 0124-0854
N º 44 Abril de 1999 ansias de decir, de expresarse. Es como si la imposibilidad nos acechara detrás de todo lo que vivimos, leemos y escribimos en tanto somos ese azar en que se juegan las palabras su más recóndito sentido siempre a nuestras expensas.
Blanchot propone un nuevo encuentro, el de la suerte de hablar, la de buscar una relación en la cual se juegan las palabras mismas y los propios hablantes. El movimiento de comunicación más simple tiene sus condiciones propias, porque en cada palabra pronunciada o escrita, todo ya está en juego; donde los dos jugadores confían en la franqueza común del pensamiento en la continuación de la partida que para ellos sólo es un final de partida, pero cuya reanudación los juega a ellos mismos de un modo imprevisible, y hacen que respondan momentáneamente al pensamiento de lo desconocido.
Un ir más allá del leer-escribir es lo que propone Blanchot, por eso para él el acto de hablar no cede al de escribir. El habla lleva consigo el carácter fortuito que en el juego, vincula el pensamiento con el azar. El habla depende de la vida, de los humores y las fatigas de vida, es perecedera, se olvida; en tanto el escribir vincula con algo más“ premeditado”, que requiere cierto modo más atención a la hora de juntar las palabras, que no está sujeto al devenir del diálogo que otro me está proponiendo constantemente, y como si fuera poco, tiende a permanecer por más tiempo en memoria de los hombres.
Esta categoría nueva que se introduce con Blanchot, la diferencia entre habla y escritura, alude al diálogo, ese diálogo que no se reduce a la conversación de dos jugadores, sino que se puede aplicar por extensión a texto y lector, escritor y texto, y donde lo que se apuesta es el azar del pensamiento, ese orientarse juntos por intrincados caminos, ese dejarse llevar por la posibilidad de jugarse en la suerte misma del signo que se es como hombre o mujer, la palabra que se convoca desde el interior de cada uno para que encuentre expresión tanto en el texto que se lee como en el texto que se escribe. Y usted, ¿ a qué le apuesta?
1. BARTHES, Roland,“ El placer del texto”, México, Editorial Siglo XXI, 1971, pp. 187.
2. BLANCHOT, Maurice,“ Diálogo inconcluso”, Caracas. Monte editores, 1987, pp. 645.
Luz Marina Restrepo Uribe es Comunicadora Social y estudiante del Instituto de Filosofía de la Universidad de Antioquia y se desempeña como asistente del Programa de Egresados del Alma Máter