ISBN 0124-0854
N º 35 Junio de 1998
Educación consciente e integral
La Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia es consciente del compromiso de formar profesionales ciudadanos con visión universal
Queipo Franco Timaná V .*
El máximo ideal a que apunta el progreso de la cultura es , en el plano subjetivo , el desarrollo de las potencialidades humanas y en el plano social , la consolidación , por la voluntad humana , de un sistema social cuya armonía sea similar a la presente en el espacio sideral , y una de las instituciones a la que se le encomienda hoy considerar este ideal es a la universidad . Desde el año 387 ( a . n . e .), en el que Platón fundó en Atenas la Academia , la universidad ha venido sembrando sus ideas y recogiendo sus cosechas , pues ésta no ha sido más que una idea cuyo lugar en la historia ha estado determinado por la manera como ha venido discurriendo en la cultura de los pueblos : para la cultura griega , por ejemplo , era el lugar privilegiado donde habitaban las preguntas y sus respuestas , traducidas en concepciones filosóficas e ideas políticas , fueron llevadas en múltiples direcciones por los egresados de la academia . Aunque en el transcurso de la cultura haya variado la idea de la universidad , sigue siendo una constante el ser concebida como una institución de la que se espera incidencia social . Hoy , frente a los procesos de globalización e internacionalización , la universidad está siendo repensada como una institución con capacidad de
asumir no sólo los compromisos de creación científica y tecnológica , sino , además , con capacidad de asumir el compromiso de formar un profesional ciudadano con visión universal . Por ello la reforma curricular incluye el reto de trasformar los procesos de docencia , de tal manera que permitan hacer extensivo ese saber a la sociedad . Pero además , la forma de convivir que ha venido adoptando la sociedad colombiana actual , la “ thanatocracia ”, esa asombrosa vocación por la muerte que ha llevado a la sociedad a organizarse en tomo al que tiene más fuerza y por medio de la fuerza zanja las diferencias con la muerte , en la más amplia acepción de la palabra , demanda de la universidad desarrollar capacidad de incidir en los procesos de transformación social , lo cual implica aspirar no sólo a la producción de nuevos conocimientos sino a desarrollar una capacidad ejemplar para reconstruir , recuperar y fomentar críticamente los valores , pues se reconoce en el espacio de la universidad a la institución que por excelencia alberga el potencial humano capaz de dinamizar los procesos que impulsan el progreso de la cultura . La sociedad actual reconoce a la universidad como una institución autorizada para plantear alternativas de solución a los múltiples problemas de