Agenda Cultural UdeA - Año 1998 JUNIO | Page 12

ISBN 0124-0854
N º 35 Junio de 1998

El libro entre alfabetos y ágrafos

Por: Luis Germán Sierra J.*

Decir educación y cultura es hablar casi siempre de lo mismo, por extensión del uso de estos términos. Así, expresar que alguien es culto, equivale a mencionar que es educado. Y al contrario. Al menos en su aplicación ordinaria. Aristóteles sentenció:“ La diferencia entre un hombre educado y un inculto es como la de un vivo a un muerto.”

Establecer diferencias, sin duda, es un poco más complicado. Hallar una definición exacta e indiscutible de cultura es empresa imposible, aunque existan muchas entendibles, sencillas y prácticas. Desde la antropología, las ciencias sociales y sin duda la semiótica. Cualquiera, menos la errada y siempre en boca de casi todo el mundo: cultura igual arte.
Sin querer definir nada, Ernesto Sábato dijo alguna vez que“ Una persona culta es alguien que ya ha olvidado la erudición.” 1 Y Günter Grass, en una reciente entrevista, en tono polémico y tajante( su estilo), ha dicho que“ Una Cultura es la suma de todas las influencias externas. Intentar buscar una raíz conduce no sólo a la ruina sino a los peores excesos.” 2
Asimismo, sobre qué es la educación y cuál su camino de acceso, nadie tiene aún la última palabra. Ni la tendrá. Las mejores teorías y planes se estrellan a menudo con realidades que, o las
desmienten o las asumen con la incomodidad y el estrechamiento de un pesado corsé.
Los planes de estudio de escuelas y colegios en nuestro país cambian casi anualmente o, al menos, con cada nuevo Ministro de Educación.
Los índices de analfabetismo en Colombia son alarmantes a estas alturas del siglo. Sobre todo si a los ágrafos decididos se les une el inmenso ejército de aquellos que, aunque saben leer y escribir, debido a la bajísima práctica en tales sentidos, han perdido casi toda capacidad de comprensión de algún texto con un poco de hondura o inteligencia. Habría, pues, que desacralizar los términos y las definiciones y tratar de acercarse a un punto intermedio, echando mano del sentido práctico y la competencia profesional por parte de quienes tienen la delicada labor de influir con sus conceptos y prácticas en la formación de individuos integrales. Educación y cultura como sinónimos de creatividad para la vida diaria. Como asimilación del conocimiento de las pequeñas cosas de cada día, hacia lenguajes universales, totalizadores, propios del dinamismo y la poesía del mundo.
En la hoy famosa“ globalización de la cultura” subyace el equívoco de entender por tal el acercamiento de las culturas de los diferentes países del mundo, cuando la realidad nos