ISBN 0124-0854
N º 41 Diciembre de 1998
De la noche de las luces, al nuevo año en blanco y negro
Fragmento Noche estrellada sobre el Ródano. París. Vincent van Gogh
Por: Gisela Sofía Posada
Esas luces que antes de finalizar el año invaden casas, edificios, parques, aceras y hasta vehículos de servicio público, son las encargadas de dar inicio al acontecimiento más iluminado del año, la Navidad. Pero sobre todo el sitio predilecto para estas invasoras, son los olvidados árboles de la ciudad que por esta época retornan un espacio en la vida urbana, ofreciendo su anatomía para un decorado opulento de luz eléctrica.
Es así como los habitantes de la capital antioqueña se disponen a celebrar las fiestas decembrinas y a poblar hasta altas horas de la noche, parques, calles y avenidas principales. Pareciera como si el anhelo colectivo fuera el de dejar definitivamente en el olvido las malas experiencias.
La avenida La Playa, así como la rescatada avenida del Río es el espacio de concurrencia social y de libre acceso a todas las clases, significando el encuentro de la diversidad humana en todas sus formas y tamaños. La ciudad luce impregnada de una extraña y fugaz alegría, reviviendo aquella sensación infantil donde se le vivía como un país disfrazado de luces.
Por esta época, muchos lugares se convierten en el centro de atracción para quienes gustan sumergirse entre las grandes multitudes, desde las concurridas vías céntricas, hasta las pequeñas callejuelas de barrio donde se ejerce el derecho a la territorialidad y la pertenencia al espacio público. Lugares que desde una vista panorámica expresan la sensibilidad de un pueblo sediento de diversión que intenta revivir sus ya destruidos lazos comunicantes. Extensas y pequeñas calles que atraviesan de Oriente a