ISBN 0124-0854
N º 41 Diciembre de 1998 casas y posteriormente en el centro de la ciudad. En la década de los setenta comenzó el desfile de Mitos y Leyendas.
La luz tiene connotaciones no solo religiosas sino antropológicas para el hombre. En la liturgia cristiana la luz es símbolo de vida en oposición a las tinieblas. Otras religiones conciben el fuego como elemento vital. En el ámbito de la antropología encender fuego tiene que ver con la apropiación de este elemento por parte del hombre primitivo, es una forma de capturar el sol y con él la luz y el calor.
El fuego en sus variadas manifestaciones se ha convertido en un símbolo para el hombre, de ahí que cobren sentido todos los rituales que congregan el fuego, los dioses y el sol. En un encuentro con este símbolo milenario se convierte esta vieja tradición de encender las velas e iluminar las fachadas de las casas el 7 de diciembre.
El pesebre
Con la Navidad también se asocia la novena de aguinaldo, el traído y el pesebre, costumbres que en muchas partes del país aún se conservan y sirven de pretexto para que la familia se reúna cada año y haga de estas fechas un ritual de alegría y festejo en el cual se involucran hombres y mujeres de todas las edades y condiciones sociales.
El pesebre es la representación plástica del nacimiento de Jesús, haciendo énfasis en la construcción de la gruta o establo que la narración evangélica dejó escrita, complementando su elaboración con un paisaje pintado que hace referencia a la época y decorado con figuras de pastores, animales y objetos.
El origen del pesebre se remonta al año 1223, fecha en la cual san Francisco de Asís hace la primera representación litúrgica de la Navidad, por esta razón se le considera“ Patrono universal del pesebre”. Desde entonces son múltiples y variadas las representaciones que de la natividad de Jesús se han hecho en todo el mundo.
Con la llegada de los españoles al nuevo mundo, llegó también la religión católica y con ella las celebraciones de las fiestas religiosas, entre ellas la navidad de Jesús. De esos primeros años y siglos es poco lo que se conoce, sin embargo, durante la República, la Navidad era motivo de alegría para todas las personas sin distinción de clase, edad, ni etnia.
Durante esta época las actividades principales que alegraban el ambiente eran los aguinaldos, los pesebres, los disfraces y la Nochebuena, así como los ricos manjares propios de cada región, además de la natilla, los buñuelos, el manjar blanco, las hojuelas, las empanadas preparadas con pollo o pavo, huevos cocidos, pescado, alcaparras, duraznos, aceitunas, jamón y varias clases de especies. 2
Otra costumbre navideña de la época la