Agenda Cultural UdeA - Año 1998 AGOSTO | Page 23

ISBN 0124-0854
N º 37 Agosto de 1998 generalmente desencadenan internamente situaciones de inestabilidad e irritación, básicamente suscitadas por los mecanismos defensivos dispuestos para robustecer su propia debilidad. La consecuencia ha sido una ampliación de las desconfianzas y tensiones entre sus propios miembros. Tal es el caso, por ejemplo, de la policía privada adquirida para“ cuidar” y“ proteger” la“ Identidad” de la“ comunidad académica”.
La lectura de la Identidad como preservación y de la memoria como monumento( ya que la vigilancia de la identidad no es una cosa distinta que un sometimiento al statu quo de las condiciones espacio-temporales de existencia), permite sugerir que la advocación de tales pensamientos representa un rasgo autoritario de un grupo humano que busca perpetuar su prevalecimiento sobre otros grupos y culturas. Esto explica, en parte, porqué toda argumentación en el sentido de la preservación de una memoria, es finalmente una seudofalacia que disimula sus pretensiones morales y políticas.
En el terreno de la filosofía, por ejemplo, esta brega de grupos por prevalecer sobre otros, tiene expresión en la inversión y reducción de los principios“ preocúpate por ti mismo” y“ cuídate a ti mismo”, por el principio moral del“ conócete a ti mismo”. 1
Se observa que este principio moral del conocerse a sí mismo, se ha hecho extensivo al mundo material de los
mortales a partir de la estrategia preservacionista de monumentos empresariales, religiosos y políticos considerados históricos, las más de las veces justificados en expedientes espirituales. En el“ mundo académico”, el tal principio también ha hecho carrera a partir de estratagemas de protección gremial de los entorno s profesionales, configurándose en una especie de enclaves inalienables.
Ambas cosas, monumentos y enclaves gremiales( las Facultades, por ejemplo) desembocan en una misma dirección de sentido: al preservar su pasado, se preservan de hacer parte de su tiempo, lo cual equivale a mantenerse en distancia del acontecer intelectual y de los riesgos intelectuales de la época. Tal vez, esto explique la propensión académica a pensar la actualidad como una réplica telúrica de algún remoto antepasado.
Desde otra perspectiva se percibe una estrecha vecindad de la Identidad Cultural con el ideal humanístico del sensus communis( sentido comunitario), el cual“ tiene que ver... con tantas cosas que los hombres tienen a diario ante sus ojos, que mantienen unida a una sociedad entera, que concierne tanto a las verdades y a las frases como a las instituciones y a las formas de comprender las frases”. 2
En el caso de nuestra experiencia cultural última, tal sentido comunitario se ha interpretado como“ formación en valores”,“ tolerancia” y otras cosas por el estilo. Coextensivamente esta creencia ha inducido otra creencia la