ISBN 0124-0854
N º 27 Septiembre de 1997 fundamentalmente a todo individuo y ese es papel del ingeniero.
Se entiende así que " en el campo de la tecnología, se trata esencialmente de intervenir en el curso de las cosas, impedir que produzcan ciertos estados o por el contrario, para hacer aparecer estados que no lo harían espontáneamente.
Y esto en función de ciertos objetivos dictados, en definitiva, por los sistemas de valores que rigen la acción y son los que determinan qué es deseable y qué debe evitarse. El problema tecnológico propiamente dicho consiste en obtener el efecto apetecido, con el máximo de eficacia ". Es esto lo que plantea serios problemas éticos.
La ingeniería es una de las muchas empresas sociales, relacionada con los grandes acontecimientos de la humanidad. Los logros materiales de los ingenieros han tenido tanto impacto como cualquier otro desarrollo político, económico o social.
Casi desde su inicio la ingeniería tuvo dos aplicaciones: una de uso cotidiano y una de uso mítico. La primera se dedicó a la solución de las necesidades civiles y militares, lo que permitió construir todo tipo de obras y espacios. La segunda, de carácter sacro, se refiere a la fabricación de utensilios y a la creación de espacios más complejos, sobre todo templos y tumbas.
Sin embargo, hay una cualidad básica que se encuentra en el ingeniero: es, primero que todo, una persona pragmática que se echa a cuestas los problemas de la civilización y los resuelve. Paradójicamente, puede ser un visionario que sueña con la mejor manera de hacer su trabajo; que usa su ingenio creativo para establecer sistemas completamente nuevos o aplica un viejo método de manera nueva e imaginativa.
Así pues, el ingeniero aunque puede ser un simple engranaje de la máquina tecnoeconómica, también puede ser un demiurgo capaz de crear para el bien y el goce, tanto como quienes lo califican de robot ciego y peligroso.