Agenda Cultural UdeA - Año 1997 SEPTIEMBRE | Page 6

ISBN 0124-0854
N º 27 Septiembre de 1997

La ingeniería y la tecnología

Apartes de un texto escrito por Asdrúbal Valencia Giraldo, decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Antioquia, quien hace parte de los invitados de este mes al programa Martes del Paraninfo.
La crisis de nuestro tiempo y la crítica que tantos hacen a la ciencia y la tecnología, a menudo dejan a los ingenieros sin argumentos, pues acostumbrados a la estimación que se les ha tenido en la edad del progreso y la tecnología, se ven criticados en campos que ellos no han estudiado y la sociedad, acostumbrada a la oportunidad basada en la tecnología, se encuentra ahora enfrentada a grandes problemas generados por ésta.
Sin embargo, la ingeniería, como profesión, no puede confundirse con la tecnología. La ingeniería se basa en principios científicos pero aplica la tecnología e incluso la técnica empírica. Se dice que la ingeniería es arte y ciencia.
Durante siglos, la ciencia y la técnica evolucionaron independientemente: la ciencia, concentrada en el saber especulativo, que buscaba penetrar la realidad hasta sus principios mismos, pero ajena a las consecuencias prácticas del conocimiento; la técnica, basada en un saber enteramente práctico, que no carecía de racionalidad, sin verdadera justificación teórica, como se ha insistido.
La idea de ciencia moderna, que surge con la revolución del conocimiento en los siglos XVI y XVII, cuestiona por completo la concepción de ciencia que separa la teoría y la práctica. Precisamente, lo que distingue a la ciencia moderna de la ciencia antigua es, la pretensión de conectar la teoría y
la práctica mediante la acción del conocimiento. Esta convergencia es el origen de la tecnología.
La actividad tecnológica contemporánea está relacionada con la práctica científica en una ligazón que se hace más fuerte cuanto más avanzada es la tecnología, de modo que hoy en día esa interfaz es muy difusa. Pero hay distinciones muy grandes, en la dinámica y en la manera como se da el conocimiento en cada caso.
La ciencia natural moderna, incluso la más poderosa, puede lograr poco cuando es insuficiente el instrumental que le proporciona la tecnología. Pero no hay tecnología, entendida en sentido estricto, sin ciencia. Entre la ciencia y la tecnología no hay una relación de identidad, sino una relación de condicionamiento.
La finalidad de la ciencia consiste en alcanzar un conocimiento científico fundamental y general, unas teorías cognoscitivas que deben juzgarse por su veracidad y no por su utilidad. Ahora bien, el conocimiento tecnológico propiamente dicho sólo surte efectos marginales sobre la humanidad, en el mejor de los casos.
La incorporación de esos conocimientos en forma de innovaciones, nuevas prácticas industriales, la fabricación de nuevos productos, la reorganización de las instituciones y la creación de nuevos servicios, es lo que afecta