Agenda Cultural UdeA Agosto 2004 | Page 9

ISBN 0124-0854
N º 102 Agosto 2004 sagrada de Taishan para tratrar de ver Fenglai , la Isla de los Inmortales , situada míticamente en el mar a 110 , participar en los ritos de celebración a la del sol , y dibujar sus legendarios pinos , picach nubes desde su monasterio . Luego vine hasta la ciudad de Confucio para cer la cuna de los ritos , hice allí una repre ción antes de ascender a Wangshan , mi segu montaña sagrada , donde consulté el oráculo ginal y me hice a las técnicas del An- Mo , m acupuntural , aplicado por médicos cieg Después viajé a Luoyang , antigua capital del i rio de los Tang , para ver las pagadas de Long luego fui hasta el templo del Shaolín y ofrecí in . so a la imagen de Guanyin en muchos tem taoístas . Subí al norte hasta Datong para ver inmensos budas tallados en la roca , y por ú . visité Weifang , la ciudad de todas las cometas . La tercera clave de mi maestro Tang era " aprender a hacer ". Debía poner toda mi aten ' y esfuerzo en las técnicas del oficio : la forma ticular de coger el pincel , el riguroso orden de cribir los complicados caracteres , la forma su de dibujar sobre el blando papel de arroz o la ciosa seda , el ángulo correcto para tallar las mas sobre la madera o en la piedra , la preci . al aplicar los colores para estampar las imáge usando las técnicas secretas del agua y la a rela . Debía centrarme y meditar lo suficiente trazar con una pincelada única la delicada flor ciruelo en primavera , la blanca magnolia moj por las lluvias del verano , el bambú doblado por viento del otoño , el pino resistiendo la nieve invierno , el gesto agresivo del tigre y del guerre el movimiento de las
barbas del monje y del d gón , el delicado perfil de la doncella , el suave de la carpa en el agua , el detenido salto del 9 bajo la col , el vacío profundo de la nieve , y la sencia esquiva del tiempo , imprimiendo a trazo el aliento del Chi , sin el cual las imágenes eran más que " huesos muertos ". Luego vino prohibido , lo que no debía enseñarse sino a los cogidos : el frotado con tinta china para la copia los sellos , los relieves en metal o roca , y las las imperiales y lozas funerarias puestas sobre espalda de las tortugas de piedra que dorm ban en los patios de los templos . La tercera c era , pues , " la resonancia ", una relación interior todas las cosas , una especie de campana inte . que al vibrar en el corazón hace de la mano y pincel una aguja de sismógrafo . Cuando se ha sembrado suficiente bambú en corazón , sigue la cosecha ; esto requiere una a cuada meditación al diluir la tinta y acariciar el pel , luego , viene la unión de todo , ese gong nando en el centro del cuerpo que lo impulsa mo un furioso tigre sobre el papel para dejar con unos pocos trazos , la agresiva huella del ali to . Pero no hay necesidad de hacerla , se sólo de estar preparado y dejar que suceda . Así , el maestro Tang había terminado de e garme los tres cañutos del bambú de la es .. china . Pero lo más difícil vendría luego , pues ' rtió que sólo una percepción libre de conceptos podría hacerme entender Wu Wei " el ne-hacer ", la no-acción , paradoja que ilustra cómo hay que dejar las cosas sigan su ritmo natural practicando la acción espontánea , no preitada ,