Agenda Cultural UdeA Agosto 2004 | Page 10

ISBN 0124-0854
N º 102 Agosto 2004
" Sólo preocúpate por equilibrar el cielo con la tierra, lo demás es cuesdel Tao; no lo busques, estás en él ", cielo es un círculo que se sostiene sobre cuatro patas de tortuga ancladas en cuatro esquinas de la tierra, un cuadrado, Pero, en este mundo que creó en principio de los tiempos el demiurgo Pan Gu, gracias a que con un hachazo rtió en dos el huevo original, nada está quieto: todo se mantiene en constanyarmónico movimiento gracias al Tao y a su energía Chi El cosmos nos rodea, nosotros somos el microcosmos: de la cintura hacia arriba somos el cielo del ombligo hacia abajo la tierra; lo mismo sucede con el atrás y el adelante, con el adentro y el afuera, y con las características y funcionamiento de los órganos it. ernos, Todo opera gracias a la relación de los cinco elementos: agua, fuego, madera, metal y tierra, Aprender el equilibrio, el poder del centro y el manejo del Chi, es una operación fundamental, es la piedra de toque, Esto se logra en parte practicando diariamente la disciplina del máximo aliento, el Tai Chi. Se trata del arte de la respiración, una meditación dinámica que purifica la mente, relaja el cuerpo, pone en movimiento la energía Chi, y permite una integración armónica con la naturaleza por medio de la imitación en cámara lenta del movimiento de ciertos animales míticos y reales, e manejo adecuado del Chi es lo que permite al artista sembrar en el corazón el Ver. el Sentir, y el Hacer. Esta energía recorre el cuerpo del artista por los canales acupunturales nutriendo su espíritu y dando tono a la resonancia que
Ilera y hace brotar los retoños de bambú sobre el blando velo del papel, expresados en forma de magníficos paisajes, furiosos dragones, erizados pinos, o hermosas peonías, todo con el olor pantanoso de la tinta, la sangre negra del dragón de tierra. Es la relación armónica del ojo del espíritu, la empatía y la resonancia, y un adecuado manejo del Chi, la que insufla poder mágico a las caligrafías taoístas, dando vida a las creaciones hechas con la palabra y con la imagen; es la que pone el timbre exacto a la porcelana, el temple adecuado al metal de la espada, el brillo y la transparencia al objeto de jade, la blandura a las preciosas tallas de marfil, la colorida impronta a la xilografía; es esta energía atrapada en el aire la que hace que un trazo de tinta haga volar un dragón, galopar un corcel, o convertir el azul turquesa de la acuarela en ese tranquilo mar que- inundando la sala del trono del hijo del cielopermitió al viejo pintor Wang Fo navegar en su pintura escapando así a las iras asesinas del emperador. Terminado el aprendizaje de la siembra del bambú, me dirigí al techo del mundo siguiendo la ruta de los lamas: fui de nuevo a Xian, crucé luego a Taer para vivir un tiempo en ellamasterio, subí hasta Golmut, y enrumbé definitivamente hacia el Tibet donde hice repetidamente el recorrido circular a la pequeña montaña que sostiene el Potala en el centro de la misteriosa Lhasa, y visité algunos sitios que sólo existían en mi imaginación escolar desde las páginas de Lobsam Rampa. e tiempo terminaba. Descendí hasta la Ciudad Prohibida para recibir la espada del Tai-Chi