ISBN 0124-0854
N º 102 Agosto 2004 parto de su decimocuarto hijo. Finalizaron las obras en 1653 gracias al trabajo de veinte mil personas, incluidos decoradores franceses y venecianos, y el principal arquitecto, un iraní. Jahan tenía previsto otro mausoleo igual para él mismo( de mármol negro) pero, destronado por su hijo, nunca llegó a levantarlo. Sus restos reposan hoy en el sótano, junto a los de su esposa. El Taj Mahal es una obra arquitectónica soberbia y única, de una riqueza estética inefable. Tan grandiosa que, aun después de haber leído I muchos libros que sobre ella se han e to. después de haberla contemplado en fotos y películas, quien lo observa queda fascinado. Hay que verlo durante todo día, desde que amanece hasta que lo alumbra la luna: cambia la luz sobre los mármoles blancos, se altera el fulgor de las celosías, de las piedras semiprecio engarzadas, en los cuatro alminares, de las inscripciones islámicas de secreto simbolismo. Después, puede uno entretenerse junto río Yamuna, visitar la ciudadela encerra en el fuerte, viajar hasta la ciudad fantasma de Fatehpur Sikri o perderse en los escondrijos de ese gran caserío desbaratado que, en cualquier caso, también en be el mágico espíritu de la India.
Jesús T orbado es periodista de El Mundo. El presente t es un especial de la India, publicado por ese diario español.