ISBN 0124-0854
N º 102 Agosto 2004 preferencias ", es la antigua Benarés, Varanasi, la ciudad santísima del Ganges, o Kashi, la Ciudad de la Luz, que el mismo dios Shiva fundó. Al lado predicó Buda, muy cerca nació Khrisna. Más antigua que la historia, más antigua que la tradición, inclusive más antigua que la leyenda. Así la definió el genial Mark Twain y con tan pocas palabras lo dijo todo. Porque sin duda, y pese a la acumulación de modernidad y al millón largo de habitantes que alberga, la vida sigue funcionando aquí lo mismo que hace veinticinco siglos. Explorar los ghats, es decir. la orilla derecha del Ganges y el casco antiguo de Benarés, puede llevar varios años; abrirse camino entre la pesadilla de cazaturistas puede desanimar a cualquiera; conseguir entender el mundo de los faquires, santones, yoguis, peregrinos es casi imposible; en fin, el viajero sabrá antes de horadar este mundo que junto al río puede tropezar con escenas de alto voltaje espiritual, moral y físico. Lo mismo que correrá riesgos serios, si se anima a navegar por sus aguas color café con leche-aunque debe hacerla si desea conocer esta ciudad-, de encontrarse flotando con lo que difíci ~ mente le gustará o deseará contemplar. El río no es sólo una corriente purificadora( amrita, el elixir de la vida). Es también una cloaca y un cementerio. Pues morir en Varanasi es un billete directo al cielo del samsara. Hay más de un centenar de ghats o escalnatas que se hunden en las aguas, incluidos los dedicados a las cremaciones de cadáveres. Meterse en ellos al amanecer es una experiencia tan difícil de resumir como de
olvidar. Escoltando esas escalinatas o conduciendo a ellas se yerguen decenas de ed ~ ficios prodigiosos, muchos de ellos albergue de enormes riquezas, sobre todo escultóricas. El Templo Vishwanatha( conocido como el de oro), el Durga( el de los monos agresivos), el Tulsi Manas, la mezquita de Aurangzeb. Y después de todo esto, y de perderse por el denso laberinto de callejuelas inextricables, apenas se comienza a desvelar algo de Varanasi, una de las ciudades más extraordinarias de la tierra. Agra Si no fuera por esa tumba de mármol que es uno de los edificios más hermosos y conocidos del mundo, poca gente viajaría hasta Agra, aunque pueda hacerse el trayecto de ida y vuelta desde Delhi en un día. A pesar de que durante un siglo fue capital del país y de que gozó hace 400 años de un reconocido esplendor. hoy tiene poco más del millón de habitantes, y parece que todos ellos se dedican a empujar. engañar e incomodar a los turistas. Lo cual no puede ser cierto si se recuerda que alrededor del grandioso y frágil monumento hay unas doscientas fundiciones y dos mil fábricas, además de una gran refinería que contribuye al progresivo y brutal deterioro del mausoleo. En ocasiones es imposible verlo entre la humareda y el polvo. Está en peligro máximo esa joya increíble conocida como Taj Mahal. Dicen que es el más extravagante monumento erigido por amor. Lo mandó levantar el emperador Sha Jahan por el dolor que, en 1629, le produjo la muerte de su esposa Mumtaz Mahal, a consecuencia del