ISBN 0124-0854
N º 102 Agosto 2004 que todo esté aquí, desde un hospital jainista entregado a curar aves heridas a un mercado tibetano; desde grandes bu levares coloniales a sombríos rincones islámicos. Ya lo que vibra en aquella plaza y sus alrededores, con bancos, restaurantes, terribles mendigos, elegantes ejecutivos, mujeres preciosas, tránsito diabólico, oficinas que luchan por deslumbrar con sus neones, produce vértigo. Pero quizás no tanto como el abigarramiento enloquecedor de la calle Chandni Chowk, el eje de Vieja Delhi, aunque a tiro de sólo un paseo a pie. ¿ Dónde detenerse, dónde ir? Aquí « donde el aire que respiramos está lleno de polvo y de las fragancias del pasado » según Nehru, se organizan soberbias mezquitas, baños públicos, templos hinduístas y zoroastrianos, ardientes jardines, mercados infinitos, el famoso DiwaniAm, el inacabable Fuerte Rojo que es símbolo del breve e inmenso poder mongol, las antiguas puertas de la ciudad, la plataforma de mármol sobre la que se incineró a Gandhi en 1948, las riberas del río Yamuna, la torre o alminar de Qutab. Toda la belleza en perfecto desorden, la magia de lo abrumador.
Jaipur