Agenda Cultural UdeA Agosto 2004 | Page 17

ISBN 0124-0854
N º 102 Agosto 2004 efectos nocivos que puedan afectar la estabilidad social se manifiesta en sectores intensivos en tierra o capital, como las grandes plantas siderúrgicas del noreste, herencia de la época maoísta, y el sector agrario, muy protegido por ser el encargado de la producción agr ~ cola para ochocientos millones de chinos, cuya competitividad con los productos europeos o norteamericanos se estima inferior y pueden resultar maltrechos. El gobierno por su parte asegura que la mayor apertura económica estimulará un barrio chino crecimiento que permitirá minimizar los desajustes y absorber los excedentes de mano de obra resultantes. Pero este problema del desempleo se tensionará al máximo si el Gobierno asume el inevitable proceso de reestructuración de las empresas estatales. No sobra advertir que los costos sociales se manifiestan inmediatamente, mientras que los beneficios se perciben a mediano y largo plazo. Esta puesta en práctica de las condiciones que obligan la integración a la OMC exige del Gobierno la supresión del precepto del igualitarismo, en un país con un escaso desarrollo de los mecanismos de protección social, que antes eran obligación del Estado. La apertura sigue profundizándose. Ya está limitada a las Zonas Económicas Especiales controladas por el Gobierno, pues todo el país se encuentra bajo el guas del mercado mundial. Una apuesta arriesgada en la cual los comunistas tienen sus cartas en juego para con los ritmos y alcances de la penetración internacional, y sus palancas
actvadas para seguir impulsando el crecimiento un entorno oriental favorable: el merca más grande y dinámico del mundo.
Los retos de la reforma
Plantea el gobierno que la reforma ec mica es para construir un socialismo a lizado según las condiciones de China y mundo contemporáneo, con una com. ción peculiar de planificación y mercado. Para decirlo en palabras de Deng Xiaoping, lo que se propone como m político y social para China es una " ec mía socialista de mercado, con cara rísticas chinas ". Lo cierto es que, sea el resultado que hubiere, bien un nuevo socialismo versión china o un capitali salvaje oriental o cualquier otro modelo inédito, China será diferente de cualqu ' experiencia de sociedad en el mundo, y definitivamente lo afectará. El gobierno chino ha recurrido efectiva te al mercado para desarrollar el país, lo incorporado progresivamente al sistema económico y, lo más peculiar, lo ha hecho sin abandonar la planificación. Se prese hoy en China una economía dual, cae ' en la práctica mercado y planificación, lo más interesante, también se eviden. diversas formas de propiedad que con man el tinglado de una economía mixta y compleja, en el que la propiedad pública, sea estatal o colectiva, sigue teniendo un gran peso. No ha sido la propiedad privada la única dinamizadora ni el motor de la nueva eco, nomía china. Ni siquiera en el campo, donde aún reside el setenta por ciento la población, la propiedad