2.
Basemos la política en normas morales.
3.
Que cada pueblo disfrute de prosperidad y felicidad.
4.
Fuimos acusados de querer implantar el comunismo en todo el mundo. ¡Qué insensatez!
5.
Las naciones tienen derecho a elegir su propia forma de desarrollo.
Sin embargo, Gorbachov no se atrevía a realizar la "Reestructuración" de un golpe. Temía a los veteranos
comunistas que podrían indisciplinarse. Habló de que no se unificarían las dos Alemanias porque eso
"significaría debilitar" a sus vecinos. Tampoco se resolvía a derribar el "muro de Berlín" (de 160 kilómetros
de largo). Su ministro de Relaciones dijo que "esa cuestión no es de actualidad."
En poco tiempo Gorbachov fue hecho a un lado, con un manotazo de Yeltsin, quien consumó la
trasmutación, apoyado por el XXVIII Congreso del Partido Comunista, celebrado en 1990. Se suprimió la
palabra "comunismo". La Unión de Repúblicas soviéticas Socialistas perdió hasta el nombre y adoptó
temporalmente el de CEI (Comunidad de Estados Independientes), para luego ser llamada, sencillamente,
como Rusia.
El experimento de llegar al dominio del mundo (Globalismo) a través de la Acción Violenta, quedó
cancelado, por lo menos mientras no consideren que nuevamente se necesita la violencia.
Tal experimento costó más de cien millones de vidas (sumadas las de la URSS y las de China). Pero,
¿quién habla de eso?... ¿Quién recuerda los enormes campos de concentración de la URSS? Ni fotos, ni
libros, ni películas de esos centros de exterminio, como fueron Inta, Dubrow, Vorkuta, Karaganda, Narilsk,
Taiset, Kolyma y Kamiz.
Los inmensos recursos informativos y publicitarios de la Acción Gradual encubren todas las infamias del
comuni smo. ¿Cuál comunismo si sólo era un Fantasma?
De esa manera tal "ideología" sigue siendo presentada como válida, aunque todo su cientificismo y su
dialéctica de "tesis, antítesis y síntesis" quedaron evidenciados como cuentos bobos.
El escritor ruso Alexander Solyenitzin, radicado en Suiza, dice que el comunismo no es ruso, sino judío. Y
por eso se le ha protegido siempre, incluso ahora, encubriéndole sus crímenes cometidos desde 1917.
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