Fue una guerra con encarnizados móviles ideológicos y anticristianos. En la retaguardia, en el territorio dominado por los rojos, éstos tenían particular odio contra los sacerdotes, los católicos y los franquistas. Casi no hubo templo que se escapara de profanaciones. Las imágenes eran destrozadas o quemadas. Las ostias; pisoteadas. Un monumento del Corazón de Jesús fue desmontado y otro " ejecutado a tiros ". Las tumbas de numerosos templos fueron abiertas y los restos mortales profanados. Lo más insólito ocurría con sacerdotes y con católicos sospechosos de franquismo, pues se les torturaba en diversas formas: sacándoles los ojos, golpeándolos, enterrándolos o quemándolos vivos. Las mujeres, hasta las monjas, eran ultrajadas masivamente y luego ultimadas a golpes o a tiros. A algunos de esos desventurados se les ordenaba pronunciar blasfemias, y si lo hacía o no, siempre sufrían torturas. Padres de familia eran asesinados a la vista de sus hijos, o viceversa.
En cuanto a las " chekas ", adiestradas por cabecillas llegados de la URSS, tenían un largo repertorio de torturas, según describe el historiador Toms Borrás: la " nevera " consistía en desnudar a las víctimas en invierno y arrojarles baldes de agua. La celda " del huevo " era una cámara con agua hasta la cintura y con paredes ovoides. En la celda 32, los presos sólo cabían tirados en el suelo y encogidos, sin comida ni agua. El " compás " era un tormento que consistía en estirarles las piernas sin llegar a desgarrarlos. El calabozo de " cuclillas " no tenía espacio para ponerse de pie. El " baño jabonoso " era un estanque de agua turbia, en cuyo piso había pedazos de vidrio que herían los pies. La " bomba de aire " insuflaba aire en los intestinos o inyectaba cemento para causar una muerte lenta por peritonitis.
Justo Pérez de Urbel comenta: " Si no creían en Dios, ¿ para qué blasfemar como energúmenos? ¿ Para qué celebrar orgías con todo lo sagrado? Ese odio irrefrenable era evidentemente de un orden trascendental, y no simplemente humano, si no diabólico... La muerte parecía más amable y deseada que la misma vida...". Y agrega: " Los causantes del sacrilegio y del crimen eran españoles... ¿ Cómo fue posible?.. ¿ De dónde salió tanta impiedad? ¿ Dónde se incubó tamaña criminalidad?.. Milicianas, de camisa roja y pantalón negro. Terribles sacerdotisas de la Revolución... Fue uno de los sucesos más extraordinarios que registra la historia del mundo ".( 1)
( 1) " Los Mártires de la Iglesia ". Por Frai Justo Pérez de Urbel. Barcelona, 1956.( Libros de este tipo han sido retirados ahora hasta de las bibliotecas).
Los rojos fueron finalmente derrotados en marzo de 1939. El Papa Pío XII envió un mensaje a la nación española declarándola " baluarte inexpugnable de la fe ". Bajo Franco hubo un cambio total de acrecentamiento de la fe y de la moralidad pública y privada. El sentimiento de patria y familia tuvieron un vigoroso renacimiento. El fervor religioso era evidente en grandes peregrinaciones y comuniones colectivas, en las que participaban los altos funcionarios del gobierno. La jerarquía reconocía que nunca había habido una mejor época para el catolicismo en España.( Cardenal primado Pla Daniel). Pero muy pronto, por donde menos se esperaba, en los años sesenta empezaron a cambiar los vientos en varios seminarios. Imperceptiblemente fueron surgiendo jóvenes, incluso de Acción Católica, que hablaban de " convergencia " entre catolicismo y socialismo. Casi no podía creerse que el marxismo hubiera cambiado a tal punto su táctica y que ya estuviera tendiendo finas infiltraciones, no con la hoz y el martillo, ni con la masonería violenta de 1936, sino con piel de oveja( con " perestroika "). Y lo más sorprendente, bajo el cobijo de algunos sacerdotes.
Se deslizaba la idea vaga de que el capitalismo era el responsable de la pobreza, y en este adversario nuevo quedaba incluida la libre empresa. Principios de desorientación. Había varios sacerdotes antifranquistas que en pequeños círculos insinuaban la conveniencia de que llegaran a converger el catolicismo y el socialismo. Entre los jóvenes atraídos a esa corriente se hallaba Felipe González, quien luego se inscribió en el marxismo y en el P. S. O. E.( En 1989 jefe del gobierno socialista español). El cardenal Bueno Monreal impulsaba en Sevilla el acercamiento o conciliación de jóvenes católicos y grupos de marxistas. Fueron atraídos a esa " convergencia " jóvenes de las Hermandades Obreras de Acción Católica( HOAC), de las Juventudes Obreras Católicas( JOC) y de varias universidades católicas. El dirigente comunista Santiago Carrillo decía: " Para ir al triunfo de la democracia y del socialismo, la colaboración con ellos( los católicos) es necesaria ".
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