Naturalmente que la Teología de la Liberación ya no habló de liberar a Nicaragua -más mísera que nunca
y bajo una dictadura peor que la de Somoza-. En los países comunizados no existe nada por liberar. Todo
está "liberado".
En El Salvador se hicieron denuncias concretas de clérigos que ayudaban a los marxistas incluso en actos
de terrorismo.
(1) Los Cristianos y la Revolución en Nicaragua 10 Años Después. Religiosos Luz Arellano y Rafael
Aragón.- San José, Costa Rica.
(2) Reportaje de Mark A. Uhlig, de The New York Times. 1 de julio, 1989.
YA NO BUSCAN SU DESTRUCCION FISICA
Los regímenes revolucionarios ya no se proponen ahora exterminar físicamente a la Iglesia Católica como
lo pretendieron en el pasado.
Ahora sus planes son más sutiles: quieren que la Iglesia modifique hasta el grado de que llegue a
colaborar en la realización de los planes revolucionarios.
Quieren que se desarrolle la "lucha de clases", pero ahora desde el campo religioso. Y silencian de
momento que la metafísica del comunismo es fundamentalmente anticristiana.
En Cuba se inició una etapa violenta cuando Castro Ruz subió al poder y desterró a los sacerdotes que le
parecieron renuentes a colaborar. Luego tuvo la suerte de contar con simpatizantes como el Nuncio
Zacchi, quien desilusionó a los católicos cuando lo vieron junto a Fidel en las ceremonias revolucionarias,
y aún más cuando entregó a los tres hermanos Carda Marín ("contrarrevolucionarios" refugiados en la
Nunciatura), que luego fueron fusilados.
Las escuelas católicas están prohibidas en Cuba; los medios de difusión se hallan vedados a la Iglesia; los
católicos son discriminados para los puestos públicos o para las cátedras; la evangelización se halla
prohibida por la Plataforma del Partido
Comunista; las fiestas religiosas están siendo desterradas -bajo festejos revolucionarios-La educación
pública, monopolizada, enseña que el hombre es materia "en avanzado estado de evolución" y que la
ciencia elimina la ignorancia sobre la cual se apoyan las religiones. (1)
El padre Carlos Manuel de Céspedes, secretario de la Conferencia Episcopal Cubana, admite que el
catolicismo perdió muchos fieles en 30 años. Antes eran bautizados el 90% de los niños, en tanto que
ahora sólo el 30%. (AP, 25 de agosto, 1989).
Logrado ya eso, en la década de los años ochenta Castro Ruz puso en marcha un "acercamiento" con la
Iglesia, especie de "perestroika". Preparó el terreno propagandístico un libro del sacerdote Frei Betto
(ligado al régimen de Nicaragua), titulado "Fidel y la Religión". Dice: "Después del Concilio Vaticano II la
Iglesia de América Latina pasó a elaborar su propia teología. Dejó de importarla de Europa... Esta teología
nace en el interior de las Comunidades Eclesiales de Base... Temer el marxismo es lo mismo que temer la
matemática por considerarla sospechosa de sufrir la influencia pitagórica... La Iglesia de Cuba asume el
mestizaje español-indio, el mestizaje español-negro y así también el mestizaje cristianismo-marxismo". (2)
Después de que dicho libro fue masivamente difundido en el Continente, a fines de mayo de 1987 se
efectuó en La Habana el "' Congreso Continental del Movimiento Cristiano por la Paz, la Independencia y
el Progreso. Asistieron trescientos delegados de 27 naciones, incluso de la URSS. Fue una reunión de
"teólogos de la liberación", inaugurada por el vicepresidente Carlos Rafael Rodríguez, en representación
de Castro Ruz.
De visita en La Habana, el cardenal francés Roger Etchegaray se entrevistó con Castro Ruz y declaró
después: "Fue un encuentro muy cordial, de hombre a hombre, sin dobleces. Compartimos la misma
pasión por la dignidad y la libertad del ser humano". (1 de enero de 1989).
Cuatro meses después el obispo colombiano Darío Castrillón, presidente del Consejo del Episcopado
Latinoamericano (que agrupa a 900 obispos de 22 países), declaró en Nueva York: "Yo creo que
Gorbachov es un visionario... Le he pedido al presidente Bush que ayude a Cuba y a Nicaragua. Nos
parece importante que la política de Estados Unidos tenga en cuenta la realidad socio-religiosa de la
Iglesia Católica latinoamericana, porque ella puede contribuir fundamentalmente a la paz, pero también
desde ella puede haber contribuciones a la guerra... Un día le dije al presidente Castro que no hubiera
sido posible la revolución nicaragüense sin la presencia de la Iglesia, porque ésta, aunque no comulga con
la violencia, está contra la injusticia". (19 de mayo, 1989).
En Cuba y en Nicaragua hubo circunstancias propicias para que la Revolución violenta (del 'primer
camino') dominara en ambos países. En todo lo anterior -y en otros sucesos parecidos-, muchos cubanos
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