VIDEO JUEGOS
EL DROMEDARIO
5
En definitiva, este juego es, a mi modo de ver, una joya, tanto como juego, como por la música o por el arte visual de este mismo. Aunque no es un juego fácil, ni mucho menos, todos deberían jugarlo en su aventura como “gamers”. Y si no lo van a hacer, aún pueden escucharlo. Por sí solas, las canciones del juego tienen bastante valor, pero claro, no hay nada como jugarlo y vivir la experiencia para saberlo. Así que, mientras esperamos a que salga Hollow Knight: Silksong, bien podemos escuchar la música de Hollow Knight. Sé que esto saldrá en abril, pero créanme, no es una broma.
Escrito por: Bruno Abello
EL DROMEDARIO
CUENTOS
Caminando con la muerte
30 de Marzo 2025
Mi rutina es la de siempre. No cambia nada excepto los fines de semana o los festivos. Me levanto a las cuatro de la mañana sin necesidad de alarmas. Me ducho, lavo los dientes, visto y desayuno en un lapso de media hora. Salgo de mi departamento a las 5:00 de la mañana después de haber preparado el desayuno para mi hermana. Si se lo preguntan, no vivo con mis padres. Murieron en un accidente de avión yendo a una conferencia en Argelia. Trabajaban en la OMS investigando las secuelas del COVID-19. Tomo el transporte público para ir a mi universidad ya que se encuentra a las afueras de la ciudad, y yo vivo en el centro. Mi trayecto dura entre una hora o una hora y media, y hoy me sorprendió lo ligero que estaba el tráfico. Una viejita que estaba sentada a mi lado estaba escuchando la radio a un volumen prudente. Estaba escuchando noticias. Decidí ponerme mis audífonos para escuchar música y dormir un rato antes de llegar a la universidad. Me bajo del bus y vuelvo a la normalidad. Una multitud de estudiantes entrando por la entrada principal para la facultad de informática. Pasan las horas y hay un anuncio en el megáfono de nuestra clase. “Buenos días alumnos, les habla el director Moreno informándoles que deben evacuar las instalaciones por un ataque terrorista. Salgan con calma por las salidas de emergencia y reúnanse en la cancha de fútbol.” Todo el mundo se empezó a descontrolar y salían como estudiantes el último día de clase. Sinceramente no me sorprendió la evacuación ya que la última palabra que escuché de la radio de la viejita fue “terroristas”. Así que decidí ir por el camino menos congestionado, ya que estaba planeando dormir un rato en mi casa. De pronto empiezo a escuchar gritos fuertes a mi espalda y gruñidos que se acercaban más y más. Ví a la chica que me gustaba siendo devorada por alguien pálido y con ojos negros como el carbón. Estaba paralizado viendo esa escena tan grotesca, hasta que de repente esa cosa volvió a verme y empezó a correr hacia mi. No pude gritar, no pude llorar, solo mis piernas se empezaron a mover, solas, hacia la dirección contraria para poder sobrevivir. Logré esconderme en el cuarto de mantenimiento hasta que por fin se fue esa cosa. No sé cuánto tiempo estuve adentro, hasta que terminé de escuchar los ruidos y decidí salir con mucho sigilo. La señal de mi celular era muy baja así que no pude llamar a mi hermana para saber cómo estaba. Agachado y asustado logré encontrar la salida de la facultad de informática y todo era un caos. Había cadáveres, vísceras y sangre por doquier, y a la izquierda un grupo de esas cosas que creí que eran compañeros de mi clase estaban devorando a un grupo de estudiantes de primer año. Los evité escondiéndome detrás de los botes de basura hasta llegar al estacionamiento. El único método de transporte que pude encontrar era un scooter viejo de un profesor. Afortunadamente dejó las llaves en la moto y me pude subir a ella. Estaba tan aliviado de haber tomado clases de conducción de moto, porque de lo contrario, estaría frito. Me puse en marcha lo más rápido posible para llegar a mi casa ignorando las leyes de tránsito. Todo estaba bien hasta que llegué a la ciudad, donde juré que había visto esta escena en una película de acción. Todo en llamas, autos chocando, gente corriendo. Decidí ir por la acera para ignorar el tráfico de autos en llamas, y después de 2 horas llegué a mi departamento.