EL DROMEDARIO
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Los jefes que son necesarios, en cierto modo, son el Receptáculo Roto, que como tal no representa una gran amenaza para un jugador que vaya sin prisa. Aún así, su tema es bastante interesante de escuchar. Después de esta pelea, el juego no requiere ningún otro enfrentamiento. Se trata más que todo de corretear alrededor del mapa completando los objetivos que el jugador crea necesarios para terminar el juego, consiguiendo así un final u otro. Si se quiere llegar hasta el fondo del asunto y pelear contra todos los jefes, quedan algunos. Nosk, por ejemplo, tiene un tema muy acorde a él mismo: punzante, suena como una araña, y tiene partes especialmente inquietantes, teniendo en cuenta que el personaje en sí es así. Antes de llegar a los jefes finales, también queda el tema de los jefes secundarios: los jefes oníricos.
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En el primer DLC gratuito del juego, esta categoría se expande para que el jugador pueda enfrentarse de nuevo a jefes ya completados, pero con una dificultad aumentada, pero en el juego base son algo que existe y que se puede hacer. La música es la misma para todos, pero es bastante agradable, o bueno, bastante buena para un combate. Finalmente llegamos a los dos jefes finales. Primero, el Hollow Knight. Toda la orquesta del soundtrack vuelve para este jefe, con el fin de brindarnos “Sealed Vessel”. Este tema es sencillamente perfecto: los momentos de combate son intensos, pero también tiene una parte orquestal sumamente triste, que refleja la historia del Hollow Knight original, y que se va volviendo progresivamente más fuerte. Sin embargo, este puede no ser el último jefe. Otro final, escondido dentro de la pelea con el Hollow Knight, es el combate contra The Radiance, el verdadero origen del mal que azota al mundo. Este soundtrack, llamado como el jefe, es la culminación de todo lo que se ha vivido hasta entonces, y cierra el juego de una forma magistral.
Excepto que no lo hace. Los cuatro DLC posteriores al lanzamiento agrandaron el panorama de jefes y de música. La zona de la colmena tiene un jefe, cuyo tema, “Hive knight”, tiene sonidos que recuerdan un poco a España. Con otro DLC accedemos a las peleas y a las misiones de Grimm. Su primera pelea tiene un tema muy oscuro, pero a su vez muy rítmico, sobre todo hacia el final, y es considerada por muchos como una de las mejores(por no decir más difíciles) peleas del juego. Sin embargo, su variante onírica, el Rey pesadilla, o “Nightmare King”, es considerada como la pelea más difícil del juego, y su tema queda acorde a esto: muy intenso y oscuro. Estas peleas incluyen instrumentos de percusión, que nunca antes habían sido utilizados en el juego. El receptáculo puro, el Hollow Knight soñado, también tiene una gran pieza para su pelea. La corte pálida también recibió un hermoso soundtrack. Sin embargo, la parte más importante llega con el último DLC, “Buscador de Dioses”. En este DLC podremos enfrentarnos a series de peleas consecutivas contra jefes conocidos. Hornet, por ejemplo, recibió un remake de su tema original, “Daughter of Hallownest”. Asimismo, las mantis tienen otro remake, “Sisters of Battle”. Este DLC, en fin, tiene todo: Dioses furiosos y enemigos malditos.
En definitiva, este juego es, a mi modo de ver, una joya, tanto como juego, como por la música o por el arte visual de este mismo. Aunque no es un juego fácil, ni mucho menos, todos deberían jugarlo en su aventura como “gamers”. Y si no lo van a hacer, aún pueden escucharlo. Por sí solas, las canciones del juego tienen bastante valor, pero claro, no hay nada como jugarlo y vivir la experiencia para saberlo. Así que, mientras esperamos a que salga Hollow Knight: Silksong, bien podemos escuchar la música de Hollow Knight. Sé que esto saldrá en abril, pero créanme, no es una broma.