Claves para combatir
una espiritualidad superficial
a. Recuperar la noción de la primera iglesia
Uno de los males contemporáneos es desdibujar el papel
de la familia en los procesos
sociales.
Es preciso
“Este
dios
es una recordar
mezcla
que, antes que la iglesia local o la iglesia conciliar, la pri-
mayordomo
mera iglesia es la familia, y por entre
lo tanto, un
es ella
la prime-
ra responsable de la educación divino
de los niños
en terapeuta
la fe, no
y un
un colegio confesional, la catequesis o la escuela domini-
celestial”.
cal. Ambas instancias son espacios de consolidación
e
intercambio de procesos que deben tener origen en el
seno familiar .
b. Recuperar la educación confesional
Con el fin de proveer de herramientas apropiadas
para enfrentarse a la cotidianidad, muchas comu-
nidades son presas de la superficialidad teológica.
En este punto, un buen inicio puede ser la recupe-
ración de documentos confesionales propios de
cada tradición. Estos son recursos que, por sus
sistematicidad y orden, pueden ser utilizados des-
de muy temprana edad, aunque con mediación y
adaptaciones al lenguaje actual.
No es necesario pretender hacer grandes descubrimientos o buscar crear un material innovador. Los catecis-
mos [cursos de discipulado] y confesiones de fe, fueron creados con el propósito de enseñar a niños y jóve-
nes e introducirlos al seno de una fe sustantiva. Negar su importancia y utilidad es pasar por alto la experien-
cia y vivencia de cientos de hermanos que nos precedieron en la fe.