Deísmo
Por último, el Deísmo que en su versión
original ilustrada consiste en la creencia en
un Dios que luego de crear un mundo perfecto y ar-
monioso, se retira del mismo para que éste quede
gobernado en un perfecto equilibrio por las leyes de
la naturaleza. Es la idea que tienen los padres funda-
dores de Estados Unidos sobre Dios, pero también
filósofos de la ilustración francesa como Voltaire y
Diderot.
Dios del Deísmo Terapéutico Moralista (DTM) es una
mezcla entre un mayordomo divino y un terapeuta
celestial. Esta siempre a nuestro servicio, se encarga
de cualquier problema que pueda surgir, ayuda de
manera profesional a que la gente se sienta mejor,
pero no se involucra personalmente en el proceso.
Probablemente lo más complejo respecto a la visión
de Dios del DTM, es que dada su caracterización co-
“Este dios es una mezcla
entre un mayordomo
divino y un terapeuta
celestial”.
Ahora bien, este Deísmo a diferencia del iluminista
cuyo apogeo tiene lugar en el siglo XVIII es menos
estricto, pues está moderado por la dimensión tera-
péutica. Esto quiere decir que Dios se involucra en la
vida de sus hijos, pero solo cuando se le llama o se le
pide. Cuando se presenta un problema o dificultad,
se invoca selectivamente la presencia de Dios, reco-
nociendo su carácter omnipotente y soberano, capaz
de acabar con cualquier mal o resolver cualquier en-
crucijada.
mo un genio de la lámpara, si no cumple deseos o no
responde las oraciones o peticiones, sus adherentes
están facultados legítimamente para enojarse o hasta
rebelarse en contra de él.
El DTM no es particular a ninguna tradición religiosa.
Se puede pensar en católicos, evangélicos, protestan-
tes, mormones, musulmanes y testigos de Jehová
que, a pesar de sus marcadas diferencias, comparten
este rasgo común. En efecto, según Smith, estos cre-
yentes disfrutan la particularidad de su tradición reli-
Dios no es trinitario. No habla a través de la revela-
giosa en su llamado personal al mismo tiempo que
ción del Corán o la Tora. Nunca resucitó de entre los enfatizan los beneficios de esta homogénea, compar-
muertos y no transforma a la gente a través de la me- tida y armoniosa fe interreligiosa. Esto ayudaría a ex-
diación de su Espíritu. Este Dios no es demandante y plicar el dramático descenso del conflicto religioso
de hecho no puede serlo, dado que está allí casi de
entre los adolescentes. Si todos comparten el DTM
manera exclusiva para resolver nuestros problemas y como base común y primordial ¿sobre qué se puede
hacernos sentir bien. En definitiva, señala Smith, el
polemizar?