65LA CIUDAD DE LAS CASAS DE MADERA_1 | Page 45

La ciudad de las casas de madera dormía en aquella noche de julio .
Los aires y los vientos desatados de las copas de los árboles se introducían por las ventanas de las casas de madera , para arrullar los sueños de la gente . Por supuesto que también se metían los mosquitos y los bichos .
Afuera parecía que las estrellas , velaban desde el cielo el sueño de las flores de los jardines cercanos . Olvidadas por los vientos que se alzaban en las horas de la noche , se quedaban bajo el cielo , las aguas del río . Las horas pasaron volando y de repente amaneció el día .
Era el veinte y cuatro día del mes de julio de mil y seiscientos y cincuenta del año del Señor , cuando en la muy noble y muy leal ciudad de Santiago , se juntaron al Cabildo , los señores de Justicia y Regimiento …
Las hierbas van creciendo en los campos con el canto de la lluvia . Lo muy alto se reflejaba en las cosas de abajo y compartía la vida infinita .
En la década de 1540 Diego de Urbina la termina de asentar ( la ciudad de Guayaquil ) en las faldas del cerro de Lominchao , que con el andar del tiempo pasaría a llamarse cerrito verde y después cerro de Santa Ana .
Por las laderas del cerrito verde , la fragancia de la yerba buena y de la albaca , se esparcían con la brisa .
En la pequeña sala del cabildo estaba el general Francis-
39