65LA CIUDAD DE LAS CASAS DE MADERA_1 | Page 112

¡ El camino sigue hacia arriba , como un ejercicio para desplazarse por las pautas de la vida sin identificarnos o apegarnos psicológicamente a ellas … la vida simplemente fluye ! Cuando el conocimiento se lo retiene sin una sensación de posesión o sin apegarse , entonces el movimiento de la mente no es un hábito .
En el patio central de la amplia casona situada en la antigua “ calle del León ” ( actual calle Francisco de Paula Icaza ) y la “ calle Real o de los puentes ”, actual Panamá , era el sitio de reunión de los niños José Joaquín de Olmedo , con su primo Vicente Rocafuerte y José de Lamar y Cortázar .
A una cuadra del río , en el tope de los mástiles de todas las naves fondeadas en la suave bahía , ondeaban banderas de países lejanos .
Cuando era la fiesta de Santiago , de todos los balcones de la ciudad irradiaba el resplandor de los faroles , alimentados con aceite de ballena y mechitas de algodón .
Los años pasaban veloces y tranquilos . Cuando llegó la juventud , Vicente Rocafuerte partió a estudiar en el Colegio de “ Nobles americanos de Granada ” aprovechando las becas que se habían creado unos años atrás en la Cédula Real de 1792 “… para educar a los hijos y descendientes de puros españoles Nobles … conforme al mérito y servicios particulares que sus padres hubieran hecho al estado …”
En cambio , José Joaquín de Olmedo fue a estudiar al Convictorio de San Marcos de Lima , no sin antes acreditar sus certificados de Hidalguía referidos a sus ascendien-
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