MAURICIO FERNANDEZ MÉXICO
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Platicando el otro día con nuestro editor de la revista Dos Generaciones, el Sr. Daniel, me dijo que para estas fechas sería bueno escribir acerca de que en diciembre hay mucho dinero (aguinaldo, caja de ahorro, tanda, etc.) y en enero, pues estamos batallando porque nos gastamos en las fiestas y regalos todo el dinero. Le dije: ¿qué te parece si escribo sobre Abundancia y Escasez? Lo curioso del caso fue, que en ese momento busqué un bolígrafo para apuntar el tema a desarrollar, y en el momento que estaba escribiendo la palabra escasez, la tinta se terminó y me dije: es el mejor momento para hablar de ello.
En muchos lugares se conoce a esta escasez, como "la cuesta de enero", y quiere decir que se nos va a hacer muy difícil poder hacer frente a los compromisos que ya tenemos para este tiempo, el pagar todo lo que debemos.
Cuando nosotros nos movemos por el consumismo, los gastos impulsivos, la desorganización, por ser víctimas de la temporada o la publicidad, nos dejamos llevar y gastamos sin tener en cuenta las verdaderas circunstancias que nos mueven para desarrollarnos en ese sentido. Todos hemos escuchado el dicho de “regale afecto, no lo compre”, pero la falta de un verdadero sentido de las cosas nos hace comprar impulsivamente y nos pasa la factura en las siguientes fechas.
Nosotros nos dejamos ir sin tener un plan para lo que hacemos, o sea, resistir las tentaciones que fomentan a cada instante los medios de comunicación (radio, televisión y medios impresos). ¿Cuántas veces vas al supermercado con una lista de las cosas que debes comprar? Y la mayoría de las veces acabas llenado el carrito con cosas que te hacen falta, pero en ese momento no necesitas. Si te das cuenta, todo hace falta, pero generalmente es porque nos han creado la necesidad de ese producto sin que de verdad sea indispensable.
Uno de nuestros problemas es la desorganización. No hay un orden en nuestra vida y esto se refleja todos los días. Ahora lo actual es “comprar ahora y pagar después”, y ya tenemos para un después un pago exorbitante. Ahora se compra a meses sin intereses y por eso nosotros ya no tenemos interés en la vida porque estamos vendidos con todo el mundo “a meses sin intereses”. Pero los verdaderos intereses no son monetarios, sino la angustia de no poder pagar lo que hemos consumido, y por ende esto nos consume día a día en el ámbito emocional y mental.
¿Has pensado en salir de casa sin tus tarjetas de crédito o débito? Me sorprende la cantidad de personas que traen en su cartera hasta 10 tarjetas por aquello que se les pueda ofrecer, antojar, ocurrir. Ante la inseguridad que actualmente vivimos, esto es un verdadero problema que pone en riesgo no nada más su dinero sino también su vida.
Cuando estás lleno en tu vida, cuando no te falta nada, cuando lo tienes todo y me refiero a armonía, paz y salud, te puedes dar cuenta que todo lo demás es superfluo o no necesario y que con muy poco puedes ser feliz. San Francisco decía: “que le encantaba ir al mercado porque le gustaba ver cuántas cosas había que él no necesitaba”.
La publicidad nos vende que para ser felices necesitamos esto o lo otro y no es cierto, todo es consumismo.
ABUNDANCIA Y ESCASEZ