Señales que invitan a vivir - Ana Hernández
En todo viaje terrenal encontramos señales, ¿por que habría de estar exento de señales nuestro viaje personal que es la propia vida? Ahora bien, una señal tiene dos funciones básicas: informarnos y advertirnos.
El viaje es inevitable, lo que si se puede evitar son los accidentes, desde los más pequeños hasta los mayores,
El viaje es inevitable, lo que si se puede evitar son los accidentes, desde los más pequeños hasta los mayores, pero se dice que cada cabeza es un mundo y es verdad.
pero se dice que cada cabeza es un mundo y es verdad.
Reza un proverbio alemán: ¿Qué sentido tiene correr cuando estamos en la carretera equivocada?
En mi caso la vida me obligó, no sólo a hacer un alto, si no ha poner reversa, pues yo la recorría con el acelerador a fondo pero me dirigía a un precipicio y heme aquí, que tuve que regresar y el camino ya no fue igual, fue más sinuoso. Tuve que quitar muchas piedras para seguir avanzando.
Si siempre fuéramos conscientes de que los señalamientos de
carretera son una muy
básica representación de las señales que Dios o el Universo nos ponen para hacer altos, acelerar, esquivar
derrumbes en nuestra propia vida, seguramente seríamos conductores precavidos y con mucha pericia;
Ahora mi avance es más pausado, pero con eso me doy el chance de admirar el paisaje, de hacer escalas necesarias, sin reloj en mano, para saborear momentos que hoy en día me tienen con una sonrisa. Ya no siento esa necesidad de competir con el de al lado para ver quién llega primero. Ya entendí que cada uno tiene trazado su propio camino, que cada quién lo recorre en tiempos y formas distintas.
Encontrar la señal adecuada no basta para salir ileso, hay que respetar esas señales. Lamentablemente, nos gusta demasiado llevarles la contra, pasar por alto las advertencias.
pero la realidad es que cuando uno cae en la cuenta de que debemos girar el volante, somos demasiado lentos y ya nos espera un muro y en el peor de los casos un abismo.
En cualquier camino vas a encontrar viajeros… En el mío he permitido a muchos de esos viajeros que me hagan compañía, algunos de ellos ya tuvieron que bajar y seguir su propio camino,
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