2 Generaciones Número 10 | Page 33

AL QUE NO QUISO SER SOLDADO

Por la herida abierta en mi pecho

se me entra la muerte.

Hasta aquí llegó mi revolución.

A mi pesar os dejo, compañeros,

a mi pesar me voy.

Que mi sangre, roja hasta el final,

no riegue en vano esta tierra,

esta patria esquiva y huraña,

que nos prefiere héroes muertos

a ciudadanos de paz.

Por los ojos cegados de luz

se me escapa la vida.

A vosotros, hermanos,

confío mi recuerdo.

¡No me recordéis como soldado!

Hacedlo como hombre enamorado

de la libertad y la justicia,

que fue obligado a matar o morir

por defender la honra y el pan,

y que hubiera preferido vivir

sin tener que luchar.

¿Pero, quién puede vivir hambriento

y encadenado?

No me lloréis, compañeros,

cantad alto, fuerte y claro,

una canción de amor

que aviente la esperanza

por todos los rincones de España.

33