También se sabe que las personas deprimidas sufren de una mayor cantidad de resfriados y problemas del sueño que las personas no deprimidas. Esto no resulta sorprendente si tomamos en consideración que hoy sabemos que cuando estamos deprimidos las funciones de nuestro sistema inmunológico decaen. Por ejemplo, se ha encontrado que en la saliva de las personas deprimidas hay menos anticuerpos contra el catarro que en las personas que no están deprimidas. En un reciente estudio dirigido por la doctora Lynanne McGuire de la Universidad Johns Hopkins se encontró que la depresión crónica de bajo nivel que sufren muchas personas de edad avanzada, tiene como uno de sus resultados disminuir la capacidad de su sistema inmunológico, con lo que se afecta su capacidad para combatir numerosas enfermedades.
En otro estudio reciente llevado a cabo en la Universidad de California en San Francisco se evaluó durante seis años la tasa de mortalidad de más de 7,406 personas de 67 años de edad en adelante. Un siete por ciento de las que no presentaban síntomas depresivos, de acuerdo a una escala de depresión conocida como el inventario de depresión de Beck, falleció durante los seis años que duró el estudio. Ahora bien, entre las que presentaban de tres a cinco síntomas de depresión, el porcentaje de muertes fue de diecisiete por ciento, mientras que entre las que tenían seis o más síntomas de depresión, el porcentaje de muertes fue de veinticuatro por ciento.
Si nos encontramos ante este problema, no dudemos en llamar a un profesional calificado o a familiares o amistades cercanas a las que podamos recurrir en busca de apoyo.
Así como Sergio hay muchos otros Sergios que he conocido y que por una u otra causa adolecen de la depresión. Cuidemos nuestra salud y la de los nuestros, y brindémonos la oportunidad de conocer más acerca de este mal que azota a la humanidad.
Con amor para ustedes
Sofía
Sofía
SOFÍA GARCÍA
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