a la alargada ventana francesa de la sala de estar, en la planta baja. Le pasó las
bridas a un criado y se dirigió presurosamente hacia la figura. Allí estaba sentada
su hermana, a solas.
- Alice, ¿dónde está mi primo Harry?
-¿Tu primo Harry, John?
-Sí, el de Bombay. Acabo de encontrarme con él ahora en la avenida, y le vi
entrar aquí hace un instante.
Pero nadie había visto a nadie y tal como después se supo, en ese mismo instante
moría en India aquel primo.
O está la historia de esa sensible y anciana dama soltera que murió a los noventa
y nueve años de edad manteniendo sus facultades hasta el último momento y vio
realmente al chico huérfano. Es una historia que a menudo se ha contado
incorrectamente, pero de la que la verdad auténtica es ésta, lo sé porque en
realidad es una historia de nuestra familia, y ella era amiga de la casa. Cuando
tenía unos cuarenta años de edad, y seguía poseyendo una hermosura poco
común (su amado murió joven, razón por la cual ella nunca se casó, a pesar de
tener numerosas ofertas), fijó su residencia en un lugar de Kent, que su
hermano, un comerciante con India, había comprado recientemente.
Se contaba la historia de que en otro tiempo aquel lugar estuvo a cargo del tutor
de un jov