7
Entiendo la parte de la batalla, ¿pero y la poesía?
Esto fue gracias a mi tío Don Gómez Manrique, gran dramaturgo y poeta que me enseñó mucho sobre literatura cuando iba a su villa a pasar el verano, y gracias al cual tuve mi primer contacto con las letras.
Ahora si no le importa me gustaría hacerle una pregunta personal, ¿qué opina de nuestra revista?
He de decir que solo he leído la entrega de "Viaje al siglo XIV", pero me parece que es una manera magnífica de aprender sobre el pasado, y para mí es un honor poder aparecer en el siguiente número.
Muchas gracias por los cumplidos. Para acabar esta entrevista me gustaría hacerle una pregunta más profunda, ¿cuál es su próximo objetivo después de haber escrito esta elegía?
En unas semanas me dirigiré hacia Cuenca para batallar en favor de la subida al trono de Isabel de Castilla. Ha habido varios levantamientos en algunas ciudades y villas del marquesado de Villena que apoyan como heredera a Juana la Beltraneja, y la reina me ha pedido que como capitán de sus tropas me desplace a Santa María del Campo Rus para vigilar a los soldados del marqués, acantonados en el Castillo de Garcimuñoz. Espero que sea por poco tiempo, pues la guerra está a punto de terminar.
Aquí acaba la entrevista señor Manrique. Gracias por su tiempo y esperamos que tenga mucha suerte en la batalla.
Gracias a ustedes, ha sido un auténtico honor.
I
"Recuerde el alma dormida,
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, a nuestro parecer,
cualquier tiempo pasado
fue mejor"
XXV
"Aquel de buenos abrigo,
amado por virtuoso
de la gente,
el maestre Don Rodrigo
Manrique, tanto famoso
y tan valiente;
sus hechos grandes y claros
pues los vieron,
ni los quiero hacer caros
pues que el mundo todo sabe
XL (Fin)
"Así, con tal entender,
todos sentidos humanos
conservados,
cercado de su mujer
y de sus hijos y hermanos
y criados,
dio el alma a quien se la dio
en su gloria),
que aunque la vida perdió,
déjonos harto consuelo
su memoria"
Ya todos conocemos la historia; desgraciadamente Jorge Manrique murió unas semanas después, el 24 de abril de 1479, en Santa María del Campo Rus, donde estaba situado su campamento. Falleció a causa de las heridas que le fueron infligidas en el asedio al Castillo de Garcimuñoz.
Aquel día se perdió un valeroso soldado y un gran poeta.