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Hablamos con... Jorge Manrique

Buenos días, es un placer tenerle en la sede de nuestra revista.

El placer es mío.

Empecemos con una pregunta personal, ¿Cómo se sintió respecto a la muerte de su padre?

Fue un momento muy duro. Don Rodrigo era un gran referente para mí, y su fallecimiento me hizo reflexionar sobre la fama, la fortuna y cómo a todos nos acecha la muerte.

Y por ello escribió una elegía...

Sí, fue una forma de recordar a mi padre, de evocar y ensalzar la importancia que tuvo.

¿Imaginó usted que su poema sería tan bien acogido entre los lectores?

Sinceramente no, estoy muy sorprendido, pero espero que mis pensamientos sean didácticos para otros.

El escritor que marca tendencia, Jorge Manrique, ha tenido la amabilidad de concedernos una entrevista en exclusiva para charlar sobre una de las obras más vendidas en los últimos tiempos, "Coplas a la muerte de su padre", y para conocer algunos datos sobre su vida.

Sin duda que lo son... ¿y cuál cree que es el motivo de este éxito?

JM: La muerte es un tema que afecta a todo el mundo, y creo que todos se sienten identificados con mis versos. Con esta obra mi objetivo es destacar lo breve que es la vida, y que la muerte no diferencia entre ricos y pobres. Como digo en mi obra:

Nuestras vidas son los ríos

que van a dar en la mar,

que es el morir;

allí van los señoríos

derechos a se acabar

y consumir;

allí los ríos caudales,

allí los otros medianos

y más chicos,

y llegados, son iguales

los que viven por sus manos

y los ricos.

Precioso. Cuéntenos un poco sobre las otras tendencias que ha escrito.

Me gusta la poesía amorosa, pero también he escrito tres composiciones de poesía burlesca en las que critico a tres mujeres que me llevan por el camino de la locura: mi prima, mi madastra y una mujer borracha; sin embargo, lo que más me gusta es la lírica didáctico-moral, como muestro en las Coplas a mi padre.

Usted conoce muy bien el arte de la guerra, ¿A qué se debe esto?

Esto de batallar viene de familia; al pertener a la nobleza debemos conocer todo sobre la lucha y ser buenos caballeros. De hecho, mi padre era maestre de la Orden de Santiago, aunque no se le tenía muy reconocido este título.