medicamento en un niño, una embarazada o bien un grupo
poblacional concreto. Sería maravilloso poder coger células de
esos diferentes grupos poblacionales, ponerlas en chips, y
obtener poblaciones enteras en un chip.
Y todavía se puede ir más allá. Todos nosotros somos
individuos, con diferencias genéticas importantes que
implican que podemos reaccionar de distintas maneras y
algunas veces de forma impredecible ante ciertas medicinas.
Que útil sería poder coger tus propias células cultivarlas en un
chip y predecir como actuará una droga solo en tu cuerpo.
Sería un chip personalizado solo tuyo. Un paso más para llegar
a la medicina personalizada.
Esto puede verdaderamente cambiar la manera de hacer
pruebas clínicas. De ser exitosos, estos pequeños chips
revolucionarían el ámbito médico.
Este proyecto no sólo es una gran promesa para la comunidad
científica y los pacientes que esperan un avance médico que
les salve la vida, sino también para todas las personas y
organizaciones que quieren el fin de la experimentación con
animales, en todos los ámbitos, pero especialmente en el
ámbito biomédico.
“Este es un excitante ejemplo de cómo la innovación de hoy
puede producir un modelo más humano y seguro para
entender cómo funcionan las enfermedades sin necesidad de
provocar sufrimiento a los animales. Los Estados Unidos
actualmente están a la