ZOUK MAGAZINE (Versión en Español) NÚMERO 7 | Page 96
OPINIÓN ANA VEGA
monetización. El héroe puede derrotarla o conciliarse con ella, y ninguna de las opciones es mejor que la otra. Pero sí depende de ella su credibilidad. Si es honesto y
distingue cuáles son los contenidos patrocinados de los que no, la película acabará
bien y todos comerán perdices. Si sigue por la senda del bloguiferio y el todo vale,
caerá en el lado oscuro y acabará escribiendo lo mismo sobre latas de berberechos
que sobre el último evento-viaje-fiesta-congreso al que acudió con acreditación de
blóguer y media pensión incluida. Hablará en verso de restaurantes sin enseñar la
cuenta, para que el resto de la pandilla tenga claro que le han invitado. El blóguer
es por fin un héroe, un influencer, un trendsetter. En castellano, parte la pana.
Cuando la comparsa acaba llamándole “crítico gastronómico” y el prestigio se
traduce sólo en visitantes únicos, pageranks e índices Alexa, los que leen su historia acaban cerrando el cuento. No les interesa el final porque el héroe se ha convertido en villano.