ZOUK MAGAZINE (Versión en Español) NÚMERO 4 | Page 38
África que me gustaban mucho. Allí recorría
restaurantes y me empapaba de su cocina.
Entonces ya era pareja con Jorne y compartíamos viajes. En hostelería depende mucho
con quien te juntes, pero en este caso él era
sumiller y había trabajado como cocinero
en un restaurante de tres estrellas Michelin
durante 5 años, es fácil entenderse. Él sabe y
está totalmente metido en este mundo. Para
nosotros la manera de disfrutar era viajar y
visitar los restaurantes imprescindibles en
cada destino.
Y después de Amsterdam te fuiste a Londres.
Sí, allí estuve un par de años. Quería un
cambio y Nick me había buscado un trabajo. Además de ser una ciudad que ya conocía
y que me parecía maravillosa culturalmente. Piensa que si Amsterdam es la ciudad en
la que pasa todo lo que quieres que pase, en
Londres es ya en plan superexagerado.
Allí trabajé en el restaurante Aquarium, era
un club privado, muy típico en Londres. Y la
verdad es que no disfruté tanto de la coci-
na como habría querido, sin embargo fue un
sitio que gastronómicamente me permitió
pensar y ordenar mucho las ideas.
Mi idea era ahorrar un poco de dinero para irme a otro destino, y en principio quería
que fuese Australia.
¿Qué recuerdos gastronómicos te llevas
de Londres?
El street food es muy bueno, pero sin duda recuerdo mi primera experiencia en The
Square, siempre lo recordaré pues el restaurante me pareció una brutalidad.
Seguimos. Después de Londres volviste a
España. ¿Qué pasó con Australia?
Lo que pasó es que llegó una oferta de jefa
de cocina en un restaurante en Reus, y aunque a mí no me apetecía mucho volver, pensé en Jorne que no había estado en España.
Llevábamos algún tiempo en Londres y hay
que reconocer el buen clima de aquí. Lo de
Reus no acabó encajando, así que pasamos
por Valencia, pero simplemente a saludar a
la familia. Cuando Jorne vio el sol de Valencia ya no hubo quien lo moviera de aquí.