ZOUK MAGAZINE (Versión en Español) NÚMERO 1 | Page 41
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na extravagante, pero no se puede desdeñar a la ligera. Así, en las circunstancias
actuales de merma de ingresos en el seno de las familias lo lógico sería que dicha
actividad se resintiera en la misma y dolorosa medida.
En segundo lugar, está el factor tiempo. Se conoce que el capitalismo como sistema social se caracteriza por vampirizar sin escrúpulos el tiempo de las personas. La falta de tiempo es altamente incompatible con el hecho de cocinar. Hasta
ahí todos de acuerdo. Añadimos que el común de los mortales —los tontos— obtienen los recursos crematísticos de los que hablaba más arriba mediante el trabajo, una actividad que según me han contado es FATAL en relación a la disponibilidad de tiempo. Ya la tenemos montada: si tienes dinero es que tienes trabajo
es que no tienes tiempo y, por tanto, otro tendrá que cocinar para ti. Pero, qué
pasaría si de repente, por una extraña conjunción astral como la que se llevó por
delante los dinosaurios, medio país se quedara sin trabajo? ¡QUE VOLVERÍAMOS A TENER TIEMPO! La ciencia es fascinante. Les ilustraré con una teoría
económica que hábilmente he acuñado: la llamaremos
Teoría del Despertar de la Consciencia Temporal en la
Autopista (TDCTA). En ella describo el proceso mediante el cual el paro actúa sobre el valor del tiempo, pasando
de X a (X menos X), que según me han dicho mis amigos
economistas es igual a cero. La ecuación sigue así: si una
hora de mi tiempo se devalúa hasta la nada, ya no necesito los elementos que anteriormente usaba para paliar el
déficit temporal. O sea, que dejo de pagar peajes y me meto alegremente a hacer la cola de la N-340. Es espeso y no
aclara nada, lo sé.
Tercer lugar, el know-how. Miren, en internet se aprenden a hacer cosas increíbles que antes estaban reservadas
al conocimiento chamánico de una minoría privilegiada.
Y no me refiero a esferificar y a usar una roner. No, la revuelta alquímica casera resulta que es hacerse las hortalizas, el pan, la cerveza, el jabón, el queso, los embutidos
y —muy importante— las drogas uno mismo. Estudios recientes señalan que juntando las habilidades productivas
adquiridas por un grupo de amigos durante ésta crisis sostenible se puede superar un apocalipsis nuclear con armoniosa autarquía.
Ya acabo: no tienes dinero, hay tiempo y sabes hacer cosas. Pues nada, que vas
a ir a los restaurantes al postureo, para colgar fotos en Instagram y, con suerte, para aguantar compañeros de empresa en los ágapes navideños . Y, van a ver,
pronto nos faltará hasta el humor para eso.