Los ‘bichos’, el
motor oculto de los
ecosistemas
Lorenzo Suárez de otras especies para lograr el balance de un
ecosistema. Consecuentemente, este balance
solo se puede lograr cuando los tres tipos de
artrópodos se encuentran presentes.Estos
son: los polinizadores, los abonadores y los
biocontroladores.
Los ‘bichos’ son muy comunes en nuestra
vida diaria, se ven en todos lados, haciendo
todo tipo de cosas. En general, a los seres
humanos no les agradan los ‘bichos’, muchos
les generan repugnancia y desespero, pareciera
que siempre estuvieran ahí para ‘molestarnos’.
Por ende, se puede decir que los ‘bichos’ están
constantemente presentes en los ecosistemas
(como en todos lados…). Pero, ¿qué es un
ecosistema? Según la el diccionario de la RAE,
un ecosistema es “una comunidad de seres
vivos cuyos procesos vitales se relacionan
entre sí y se desarrollan en función de los
factores físicos de un mismo ambiente”. Como
en toda comunidad, cada habitante tiene
un rol importante que cumplir y los ‘bichos’
no se quedan atrás. Los artrópodos, lo que
comúnmente llamamos ‘bichos’, constituyen
el filo más grande y diverso del reino animal.
Cada uno de estos cumple un trabajo específico
dentro de su ecosistema correspondiente y esto
hace que su funcionamiento sea correcto. Y es
que de la misma manera, como en cualquier
comunidad, es nuestra relación con las partes
lo que hace que funcionemos en conjunto.
En la biología, el término ‘simbiosis’ explica
perfectamente esta idea, este se aplica a la
interacción biológica, a la relación estrecha
y persistente entre organismos de diferentes
especies. Como se puede observar en Zasqua,
los artrópodos viven en simbiosis con miles La función de los polinizadores es bastante
simple, polinizar. Pero ¿qué es polinizar? Es la
labor de transportar el polen al lugar adecua-
do de una planta para que pueda germinar, o
sea que los polinizadores son los encargados
de la reproducción de las plantas. Un trabajo
bastante importante teniendo en cuenta que
las plantas son las que nutren nuestro planeta
de oxígeno. La apiade, conocida por nosotros
como abeja, es un insecto polinizador. Aun-
que puede generar temor en el ser humano por
su potente aguijón o intimidante zumbido, su
función en el ecosistema es realmente vital. Se
alimentan de néctar y cargan el polen de flor a
flor. Además, producen miel en sus colmenas,
para se exactos ¡1.6 millones de toneladas de
rica miel al año! Esa miel no solo es reconocida
por su delicioso sabor sino por sus propieda-
des antibacteriales y antioxidantes. Otro insec-
to polinizador es la mariposa. Al contrario de
la abeja, esta nos puede parecer bella con sus
hermosos patrones en las alas. Las mariposas,
referidas científicamente como Danaus plexi-
ppus realizan la misma función que las abejas.
Ambas especies usan su lengua tubular para
alimentarse de néctar. Finalmente, al hablar de
polinizadores, la mosca se puede mencionar.
Este insecto nos genera molestia al ser bas-
tante irritante con su particular zumbido, sin
embargo es una polinizadora más. La compo-
sición de la Muscidae es bastante parecida al
4 / Zasqua Jounal no.4