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Zaidín habitable
Que ahorrar es importante, siempre
se ha sabido. Antes de la crisis, los
más mayores, que habían pasado
por épocas malas, eran el grupo
más ahorrador, más concienciado
de la necesidad de ahorrar por si
venían “mal dadas”. Después de la
crisis, que tan duramente golpeó a
todos los sectores de nuestro país,
ya lo tenemos claro todos. Ahorrar
es imprescindible, disponer de un
colchón, por pequeño que sea, para
sacarnos de un apuro (para esas
sorpresas con las facturas de la luz,
un imprevisto, una oferta…) es en
muchos hogares una necesidad.
Pero para la mayoría de nosotros
resulta difícil.
Hay unos cuantos métodos
tradicionales que suelen aplicar las
familias: el sobre, donde vamos
metiendo en diferentes cantidades
organizados los diferentes gastos,
y apartamos uno para ocio/ahorro;
el cuadernillo de gastos, donde
debemos apuntar todo lo que
gastamos para tomar conciencia de
los gastos superfluos, etc.
Pero hay uno que está tomando
fuerza en muchos lugares del
mundo y que también se está
implantando en nuestro barrio. Se
llama Sou-sou.
A lo largo de los años, el sou-sou
ha evolucionado, pero el concepto
básico y el espíritu que le dio
origen siguen siendo el mismo.
Este sistema de ahorro en grupo
8.-
también se conoce como tandas
(América Latina), daret (norte de
Marruecos), tontín (Senegal)... y
consiste en crear una asociación
entre varias personas de extrema
confianza para concentrar ahorros
y conceder créditos rotativos sin
interés.
El principio básico es que cada
miembro del grupo realiza una
contribución fija a un fondo común
una vez al mes, por ejemplo, unos
50€/mes. El tamaño del grupo suele
ser de unas diez personas y las
contribuciones dependerán de la
economía de los miembros. Al final
del período, el total del fondo (500
euros en este ejemplo) se entrega a
uno de los miembros del grupo. El
período siguiente, será otro
miembro el que recibirá el total del
fondo. La persona a cargo también
puede valorar si se cambia el orden,
porque a alguno de los miembros le
haya surgido un imprevisto urgente.
La confianza en el grupo debe ser
total. Este método de ahorro
colaborativo sin intereses se basa
en la confianza y en el compromiso.
Nos apoyamos en el grupo para
obligarnos a ahorrar; y además del
“colchón de dinero” que ayudamos
a crear para nosotros y los demás,
creamos una red de personas, una
red que nos ayude a avanzar y
afrontar los imprevistos con mayor
seguridad.