“E
n 1942, los nativos descubrie-
ron que eran indios, descu-
brieron que vivían en América, des-
cubrieron que estaban desnudos,
descubrieron que existía el pecado,
descubrieron que debían obediencia
a un rey y a una reina de otro mundo
y a un dios de otro cielo, y que ese
dios había inventado la culpa y el
vestido y había mandado que fuera
quemado vivo quien adorara al sol y
a la luna y a la tierra y a la lluvia que
moja”, escribió el periodista urugua-
yo, Eduardo Galeano.
Hace más de 500 años, los nativos
de ese territorio, que antes no era
América, miraron asombrados la lle-
gada de cerros navegantes y hom-
bres barbados, con ropas metálicas
y montados en bestias cuadrúpedas
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