Con Gravity, Cuarón opta por un fondo más bien minimalista,
ambientando su puesta en escena en el espacio más cercano
a la tierra, con únicamente dos actores y una atmósfera desolada. La trama es simple, dos astronautas: Ryan Stone (Sandra
Bullock) y el experimentado Matt Kowalski (George Clooney)
intentan arreglar un telescopio espacial cuando son sorprendidos por una lluvia de basura espacial que consigue provocar
una tragedia. Con poco combustible y oxígeno, ambos tratarán
de llegar a la Estación Espacial Internacional y salvar sus vidas.
A pesar de la enorme tecnología usada, el realizador no deja
que ésta se anteponga al interés de su narración esencial.
La extraordinaria fotografía del siempre efectivo “Chivo”
Lubezki se conjuga a la perfección con un diseño de audio y de
producción al servicio de la trama. Además de la interpretación
de George Clooney que soporta perfectamente a la brillante
Sandra Bullock que, aunque me sumo a sus detractores, me ha
dejado sorprendido. Todo esto crea una tensión a lo largo del
metraje que concluye en una maravillosa experiencia cinematográfica. Digna de ser disfrutada (o, más bien, sufrida) y admirada como la obra maestra que es.
Alfonso Cuarón, Gravity, Warner Bros. Pictures, 2013.
YOUTH
MAGAZINE
11