por Antonio García
La primera película de ficción del documentalista José Luis Valle acerca de las desventuras de dos trabajadores cuyas vidas se
unen en ambiguos hilos conductivos llega de una manera humilde y casi desapercibida a las pantallas mexicanas para llenar el
hueco “nacional” en las salas.
La cinta cuenta la historia de Rafael (Jesús Padilla), un parco y monótono trabajador de una fábrica de focos que espera ansioso el
día de su jubilación y de Lidia (Susana Salazar), una trabajadora
doméstica encargada de cuidar a una millonaria y desahuciada
mujer; dueña de una perra galgo llamada “la princesa”.
Ambos ven pasar sus días estando al servicio de su trabajo, soportando el tedio, las humillaciones y el cansancio que parece
no tener fin. Todo cambia cuando a Rafael le es negada su jubilación por laborar ilegalmente en el país y Lidia observa como
su patrona muere dejando su millonaria herencia a “la princesa”.
Es entonces cuando ambos personajes se revelan, cautelosa y
pacientemente, ante ése sistema que los oprime.
Aunque pareciera el argumento perfecto para un drama laboral,
workers es en realidad una comedia absurda. De forma minimalista y filmada en Tijuana, el director retrata situaciones incómodas apoyán