Yoselin González Derecho Municipal Tesis | Page 413
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IV. En este sentido, la única justificación de intervención de las
autoridades municipales es si estas situaciones –espectáculos espontáneos-
llegarán a alterar el orden público, por lo que ahí sí se justifica la intervención
correspondiente, pero solo en el momento en donde se constata tal alteración,
y nunca previamente podría disolver un espectáculo público espontáneo. En
esta línea argumentativa es menester señalar la necesidad de las ciudades
contemporáneas de mantener un espacio público como expresión de su
democracia, como integrador social y articulador físico y simbólico de una
ciudad. Así, varias visiones actuales sobre el espacio público manifiestan que
este expresa la democracia en su dimensión territorial, pues en la posibilidad de
su uso, los habitantes debería sentirse libres e iguales al poder expresar sus
convicciones, ideologías, críticas; en fin, el espacio público es donde se
escenifica una ciudad, se representa a sí misma como una colectividad que
convive, que muestra su diversidad y sus contradicciones (véase el programa
conjunto entre las Naciones Unidades y la UNESCO, llamado “The Un-Habitat
and UNESCO Joint Project, que tuvo como consecuencia el libro "Urban
Policies and the Right to the City" –University Lyon Press, 2009). Es en este
sentido, que el uso de los espacios públicos como instrumento para expresar
sus visiones de vida, ideologías, creencias, críticas, convicciones religiosas,
artísticas, políticas, sociales, se considera como un derecho fundamental que
debe ser tutelado y propiciado por los administradores del espacio público. Por
lo tanto, las municipales deberían propiciar el empoderamiento de los
habitantes al uso del espacio público para que puedan expresarse como