Yoselin González Derecho Municipal Tesis | Page 413

394 IV. En este sentido, la única justificación de intervención de las autoridades municipales es si estas situaciones –espectáculos espontáneos- llegarán a alterar el orden público, por lo que ahí sí se justifica la intervención correspondiente, pero solo en el momento en donde se constata tal alteración, y nunca previamente podría disolver un espectáculo público espontáneo. En esta línea argumentativa es menester señalar la necesidad de las ciudades contemporáneas de mantener un espacio público como expresión de su democracia, como integrador social y articulador físico y simbólico de una ciudad. Así, varias visiones actuales sobre el espacio público manifiestan que este expresa la democracia en su dimensión territorial, pues en la posibilidad de su uso, los habitantes debería sentirse libres e iguales al poder expresar sus convicciones, ideologías, críticas; en fin, el espacio público es donde se escenifica una ciudad, se representa a sí misma como una colectividad que convive, que muestra su diversidad y sus contradicciones (véase el programa conjunto entre las Naciones Unidades y la UNESCO, llamado “The Un-Habitat and UNESCO Joint Project, que tuvo como consecuencia el libro "Urban Policies and the Right to the City" –University Lyon Press, 2009). Es en este sentido, que el uso de los espacios públicos como instrumento para expresar sus visiones de vida, ideologías, creencias, críticas, convicciones religiosas, artísticas, políticas, sociales, se considera como un derecho fundamental que debe ser tutelado y propiciado por los administradores del espacio público. Por lo tanto, las municipales deberían propiciar el empoderamiento de los habitantes al uso del espacio público para que puedan expresarse como