EL FALSO YO
Eduardo Vital Tecuanhuey
Ella nunca lo expresaba con todas las palabras,
pero siempre me hacía sentir que estaba ofendiéndola.
Resultaba desconcertante porque yo nunca sabía
lo que quería de mí. Fuese lo que fuese,
yo estaba segura de que no se lo daba.
Siempre me sentía culpable ante ella.”
Mi verdadero Yo era desconocido para mí y para mis padres.
Puesto que mis ideas exaltadas de mí misma no estaban permitidas,
ni demostradas, sólo yo misma sabía lo maravillosa que era.
Pero como tal conocimiento era un secreto, era inseguro,
una parte de mí se sentía más bien incapaz.
La posibilidad de que yo estuviera equivocada,
fuera de la realidad, que todo fuera mentira,
era aterrador. Sellada en mi interior,
me daba miedo la gente; sin embargo,
otra parte de mí, la obediente y sumisa
hija de la Reina, creía, cómo su madre
que era una princesita perfecta.
….la duda estaba presente,
junto con la cólera de una niña
a quien todavía le afectaba
que la abandonasen
-Sonríe - imploraba mi madre el día de mi graduación;
pero Yo me sentía igual que aquel día del primer curso,
luciendo en el escenario del colegio,
aquel vestido color salmón.
- Sonríe- suplicaba mi madre…
Yo estaba furiosa y fuera de mí
dudaba ser realmente Yo
a la que se dirigía mi madre
- Sonríe- insistía amorosamente mi madre…
Yo no quería que mi madre me hiciese esa fotografía,
con el pelo tieso y aquel vestido que Yo no había escogido.
Yo estaba furiosa…
-Sonríe- suplicaba mi madre…
Y yo pensé que de nueva cuenta,
ella, mi madre, quería captar para siempre
la imagen preferida de la amada hija de sus sueños;
sólo que la imagen que enmarcaba
su máquina de fotos no era Yo.
No, no era yo.