TENDENZEN · TENDENCIAS
10 Deutsche Schule Medellín
Bindungen aufbauen und Unabhängigkeit zulassen
Desapego para buscar
la independencia
A
l crecer, los hijos dejan de necesitar tanto a los padres. Empiezan a
desarrollar cierto grado de independencia y cuando antes no podían,
por ejemplo, salir a un paseo sin su presencia, desde la preadoles-
cencia empiezan a querer tiempo para ellos mismos.
“Somos seres sociales”, explica el Consejero Federico Cañón. “Desarrollamos vín-
culos emocionales con los demás. De hecho, hay una interdependencia que es
necesaria para hacer ciertos procesos mentales”. Así, sensaciones como la de se-
guridad vienen mediadas por la forma en la que nos relacionamos con los otros.
Pero todo tiene un límite: “Cuando creemos que nuestra felicidad depende de los
objetos o las personas, hay que hacer una revisión”, asegura.
Los hijos no deberían ser el único propósito de la vida y el hecho de que, al crecer,
desarrollen desapego de los padres, no implica una desvinculación emocional. De
los padres se espera que les permitan ejercer su independencia, que faciliten ese
desapego y que, también, lleven un proceso paralelo. “Hay que prepararse y saber
que se debe hacer un duelo”, explica Federico.
Cuando las vacaciones implican que niños y jóvenes viajen, y los padres se que-
den por compromisos laborales, generalmente los primeros logran una indepen-
dencia, mientras a los padres les cuesta soltar. “Cuando estamos presentes todo
el tiempo, cuando llamamos o escribimos sin parar, los hijos no se desconectan.
Lo ideal es que ellos puedan vivir su momento, que el pensamiento esté en el
lugar en el que están y no en la casa”, agrega.
Hay que tener en cuenta que las situaciones de cada familia son diferentes, sobre
todo cuando los hijos cumplen funciones importantes dentro del hogar. Para ello,
el Consejero recomienda ser flexibles; así se logrará una fácil adaptación.
Otra recomendación es aceptar las dificultades de los hijos en su ausencia. En
primera instancia, buscar que la solución venga de ellos mismos, pues así apren-
derán desde la experiencia. Pero, ante todo, lo más importante es desarrollar la
seguridad personal. “Uno no puede dar de lo que uno no tiene; si uno es inseguro,
ofrece lo mismo a los hijos”, concluye Federico.
Das Akkordeon
El acordeón
S
uena en la música tradicional de los Alpes ale-
manes. también en el vallenato del Caribe y en la
cumbia, ese ritmo colombiano que ya es propio
de toda América Latina. El acordeón es un instrumento aeró-
fono, de teclado, que emite sonido gracias a la vibración de
unas lengüetas que contiene en su interior.
Este principio sonoro, denominado lengüeta libre, tiene su
origen en las hojas de los árboles que silban al ser agitadas
por el viento. El primer instrumento conocido de lengüeta li-
bre es la guimbarda.
El acordeón fue inventado en Viena (cuando Austria y
Alemania eran una sola) por Cyrill Demian, en 1829. Pero
el instrumento actual es resultado de una evolución que va
desde la invención del primer instrumento de teclado de
lengüeta libre, en 1780, por Kirsnik y Kratzenstein, hasta
la creación, en 1959, del moderno acordeón convertor, por
Vittorio Mancini, que es el instrumento que se enseña en
los conservatorios de música.
El acordeón es un instrumento representativo de los folklo-
res y músicas populares de países muy diversos: música vie-
nesa, vals mussete francés, música celta, polka, música tos-
cana, trikitixa vasca, cajún de Louisiana, el norteño de Texas,
merengue dominicano, vallenato colombiano, cumbia pana-
meña, forró del nordeste brasileño, música gaucha brasileña,
chamamé argentino y funaná de Cabo Verde, entre otros.