– Una , dos y tres , ahora me tengo que meter … – cantaba mientras saltaba a la comba .– Uno , dos , tres , cuatro ,…
Mientras le daba a la cuerda miraba por el rabillo del ojo al campo de fútbol : como sus compañeros se peleaban por llevar la pelota , cuando celebraban que habían metido un gol ,… Ella quería estar allí , con sus compañeros , jugando , peleando , celebrando ... Ella siempre jugaba con su padre y su hermano pequeño , y también le encantaba ver los partidos con su madre , que era una experta del fútbol . Pero al ser una chica tenía que jugar a la comba con sus compañeras . Detestaba ese juego , no entendía porqué sus compañeras se divertían dando saltos , ya que para ella era agotador , y por eso siempre quería darle a la cuerda .
–¡ Gol ! – gritó el equipo de los petos amarillos – gol , gol , gol .
Al escuchar eso se le escapó una pequeña mueca de tristeza . No era la primea vez , cada vez que celebraban un gol le ocurría lo mismo , porque quería estar allí .
Sonó el timbre . Ahora le tocaba una aburridísima clase de matemáticas , lo que le haría pensar más . Durante la clase pensó que daría el paso , que se atrevería a pedirles que la dejasen jugar .
No durmió esa noche de los nervios , daba vueltas y vueltas pensando que lo haría ,… ¡ jugaría al fútbol !
Al día siguiente no se concentró en clase , sólo pensaba en dar el paso , se imaginó cien veces la forma en la que se lo diría , en lo que le contestarían , y si al final , la dejarían jugar .
Llegó la hora del recreo , con paso decidido se acercó , los chicos se disponían a hacer los equipos . Cuando se encontraba frente a ellos , tomó aire y dijo :
–¿ Puedo jugar ?.
La expresión facial de ellos era una mezcla de asombro con burla . Finalmente el más atrevido , dijo :
–¿ Tú ? – En tono burlesco .–¿ Tú quieres jugar ? Ja , ja , ja ,… ¿ Sabes jugar ? ¡ No ! Ja , ja , ja . Vete a jugar a la comba con las niñitas .
Se fue corriendo al baño . Sus lágrimas brotaban de sus ojos , no podía parar . Se había imaginado la escena más de cien veces , pero nunca pensó que fuera a pasar así .
Cuando consiguió que se le frenaran las lágrimas , pensó : “ No dejaré que nadie me diga lo que puedo o no puedo hacer por ser una niña , no pararé de intentarlo ”. Se miró al espejo y se dio cuenta que era más fuerte que nunca .
Cada día les preguntaba y cada día se lo negaban . Pero no se iba corriendo al baño como la primera vez sino que se sentaba en un bordillo y los veía jugar .
Un día les preguntó y para su sorpresa ese día la respuesta fue diferente :
– Sí –. Se quedó boquiabierta , había soñado millones de veces con ese momento .